Se cuestiona las causas del
surgimiento del fascismo, sus reflexiones son político culturales.
La relación entre sectores dominantes y dominados está marcada por lo
ideológico-cultural más que por lo económicoà es este campo el que ve la necesidad de la lucha política
y la existencia del conflicto central.
Para Marx, la superestructura
está determinada por la base.
La estructura representa las
políticas económicas, la fuerza material.
La superestructura representa lo discursivo, lo simbólico, la ley, la
cultura.
El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la
vida social, política e intelectual.
No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino su ser
social el que determina su conciencia.
Para Gramsci, el conflicto (la lucha por la hegemonía) se traslada a la
superestructura.
Reconoce la importancia de lo superestructural como lugar de conflicto
social.
El folklore es la cultura de los sectores subalternos: es confuso,
heterogéneo, problemática y existente.
Desarrolla el concepto de HEGEMONIA
como una forma más rica de entender las relaciones sociales.
Diferencia dominación de hegemonía:
- la dominación es la imposición desde el exterior de una
determinada relación, imposición que cuenta con resistencia y solo puede mantenerse
por el aparato represivo;
- la hegemonía es el proceso de dominación (no como
imposición del exterior) sino como un proceso en el que una clase hegemónica en
la medida en que representa intereses que también reconoce como suyos las
clases subalternas.
Esto significa que “aquí no hay hegemonía”. Hay un sentido de
complicidad.
La hegemonía es el hecho de hacer aparecer una concepción del mundo
como la más válida y convincente.
Es central en la lucha por el poder.
Gramsci pone prioridad a la lucha cultural frente a la económica.
El folklore es la concepción del mundo y de la vida en contraposición
del mundo oficialà es la cultura popular. Lo popular contra lo no popular (lo
culto, lo dominante).
Cultura popular es para Gramsci lo que los sectores populares usan, lo
que hacen propio (mas allá de donde se origine).
La cultura popular no puede ser originaria de los sectores popularesà la “circularidad cultural” permite explicar la apropiación
que los sectores populares hacen de las practicas de elite.
Algo es popular en relación a lo no popular.
No existe cultura autónoma en cuanto pura, incontaminada.
La cultura es un dinámico circuito de intercambios y de conflicto, es
un campo de lucha por la hegemonía.
Cuando Gramsci afirma que la cultura popular es una ideología le está
otorgando un grado de autonomía fuerte. En la visión de Gramsci las clases
populares piensan por su cuenta hasta cuando se equivocan
El sentido común no es una concepción
única, idéntica en el tiempo y en el espacio: es el folklore de la filosofía y,
al igual que ésta, se presenta en innumerables formas.
Su rasgo fundamental y más
característico es el de ser una concepción disgregada, incoherente,
inconsecuente, conforme a la posición social y cultural de las multitudes de
las que constituye la filosofía.
Cuando se forma en la
historia un grupo social homogéneo, se elabora también, contra el sentido
común, una filosofía homogénea, es decir, coherente y sistemática.
Estos sistemas influyen en
las masas populares como fuerza política externa, como elemento de fuerza
cohesiva de las clases dirigentes, es decir, como elemento de subordinación a
una hegemonía exterior, que limita negativamente el pensamiento original de las
masas populares sin influir en él positivamente.
Los elementos principales
del sentido común son suministrados por las religionesà por esto la relación entre el sentido común
y la religión es mucho más íntima que la relación entre el sentido común y los
sistemas filosóficos de los intelectuales.
En el sentido común no sólo
influyen las formas más toscas y menos elaboradas de estos diversos catolicismos,
actualmente existentes /// en el sentido común predominan los elementos
“realistas”, materialistas, es decir, el producto inmediato de las sensaciones
elementales, lo cual no está en contradicción ni mucho menos con el elemento
religioso.
El sentido común es un
agregado caótico de concepciones diversas y en él se puede encontrar todo lo
que se quiera.
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