13.5.13

Geertz - Descripción densa


Creyendo con Weber que el hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido, considero que la cultura es esa urdimbre y que el análisis de la cultura ha de ser, por lo tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones.

Lo que busco es la explicación, interpretando expresiones sociales que son enigmáticas en su superficie.
La descripción densa define el objeto de la etnografía, una jerarquía estratificada de estructuras significativas atendiendo a las cuales se producen, se perciben y se interpretan los tics, los guiños fingidos, las parodias, los ensayos de parodias.
El análisis consiste en desentrañar las estructuras de significación y en determinar su campo social y su alcance.
Lo que encara el etnógrafo es una multiplicidad de estructuras conceptuales complejas, muchas de las cuales están superpuestas o enlazadas entre sí, estructuras que son al mismo tiempo extrañas, irregulares, no explícitas, y a las cuales el etnógrafo debe ingeniarse de alguna manera, para captarlas primero y para explicarlas después.
Una vez que la conducta humana es vista como acción simbólica, pierde sentido la cuestión de saber si la cultura es conducta estructurada o una estructura de la mente, o hasta las dos cosas mezcladas.
Aquello por lo que hay que preguntar es por su sentido y su valor.
La cultura es pública porque la significación lo es.
El estudio de la cultura, el análisis penetra en el cuerpo mismo del objeto. Los escritos antropológicos son ellos mismos interpretaciones.
Hay que atender a la conducta y hacerlo con cierto rigorà es en el fluir de la conducta donde las formas culturales encuentran articulación.
Por supuesto también la encuentran en diversas clases de artefactos y en diversos estados de conciencia: pero éstos cobran su significación del papel que desempeñan en una estructura operante de vida.
Cualesquiera que sean los sistemas simbólicos “en sus propios términos” tenemos acceso empírico a ellos escrutando los hechos y no disponiendo entidades abstractas en esquemas unificados.
Una buena interpretación de cualquier cosa nos lleva a la médula misma de lo que es la interpretación.
Con la escritura de esa interpretación, se fija no el hecho de hablar, sino lo dicho en el hablar:
entendemos por lo dicho en el hablar esa exteriorización intencional constitutiva de la finalidad del discurso gracias a la cual el decir tiende a convertirse en enunciación, en lo enunciado.
En suma lo que escribimos es el pensamiento, el contenido, la intención del hablar. Se trata de la significación del evento de habla, no del hecho como hecho.
El análisis cultural es (o debería ser) conjeturar significaciones, estimar las conjeturas y llegar a conclusiones explicativas partiendo de las mejores conjeturas y no el descubrimiento del continente de la significación y el mapeado de su paisaje histórico.
La descripción etnográfica presenta tres características: es interpretativa, lo que interpreta es el flujo del discurso social y la interpretación consiste en tratar de rescatar lo dicho en ese discurso de sus ocasiones perecederas y fijarlo en términos susceptibles de consulta.
Además tiene una cuarta característica: es microscópicaà esto quiere decir que el antropólogo de manera característica aborda esas interpretaciones más amplias y hace esos análisis más abstractos partiendo de los conocimientos extraordinariamente abundantes que tiene de cuestiones extremadamente pequeñas.
En lugar de seguir una curva ascendente de comprobaciones acumulativas el análisis cultural se desarrolla según una secuencia discontinua pero coherente de despegues cada vez más audacesà los estudios se realizan sobre otros estudios, pero no en el sentido de que reanudan una cuestión en el punto en el que otros la dejaron, sino en el sentido de que con mejor información y conceptualización, los nuevos estudios se sumergen más profundamente en las mismas cuestiones.
Así llegamos a la segunda condición de la teoría cultural. Esta no es predictiva.
Nuestra doble tarea consiste en descubrir las estructuras conceptuales que informan los actos de nuestros sujetos, lo dicho del discurso social y en construir un sistema de análisis en cuyos términos aquello que es genérico de esas estructuras, aquello que pertenece a ellas porque son lo que son, se destaque y permanezca frente a los otros factores determinantes de la conducta humana.
èLa meta es llegar a grandes conclusiones partiendo de hechos pequeños pero de contextura muy densa, prestar apoyo a enunciaciones generales sobre el papel de la cultura en la construcción de la vida colectiva relacionándolas exactamente con hechos específicos y complejos.

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