13.5.13

Morley - Teoría de las audiencias activas péndulos y trampas

(1993) El texto señala que los estudios de audiencias recientes se basan en dos supuestos: que la audiencia es siempre activa y que el contenido del medio es polisémico o abierto a la interpretación.
Stuart Hall propuso el concepto de lectura preferente (hacia la cual el texto intenta dirigir a su lector) mientras reconocía la posibilidad de lecturas alternativas, negociadas u oposicionales. Este modelo ha sido posteriormente transformado hasta llegar a sostener que la mayoría de los miembros de la audiencia desvía cualquier ideología dominante reflejada en el contenido de los medios, y el concepto de lectura preferente se pierde totalmente de vista.

Luego Morley relee la teoría de la audiencia y plantea objeciones
El punto de investigación de los estudios de audiencia es tratar de comprender la textura de la relación hegemonía / subalternidad y el entrelazamiento de resistencia / sumisión. Uno de los problemas es que los trabajos recientes están viciados por una insistencia fácil en la polisemia de los textos, con la presuposición de que las formas de resistencia interpretativa están más extendidas que la subordinación o reproducción de significados dominantes. La celebración de Fiske de una democracia semiótica en la cual la gente construye sus propios significados con autonomía es problemática en varios aspectos: uno es que este modelo de “competencia perfecta” es tan inútil en la comprensión del funcionamiento del campo cultural como el análisis economicista, ya que es obvio que algunos discursos están respaldados por grandes recursos materiales y promovidos por portavoces con acceso preferencial a los principales medios de publicidad y de acción política. Por lo tanto, como Hall plantea, hablar del campo cultural es hablar de un campo de relaciones estructuradas por el poder y la diferencia, en el cual algunas posiciones son dominantes y otras no. Este modelo afirmativo tiende a justificar el descuido de todas las cuestiones que conciernen a las fuerzas económicas, políticas e ideológicas que actúan en la constitución de los textos.

Entre lo micro y lo macro

En los 80 surge un boom en las investigaciones de audiencias que son las críticas a las interpretaciones demasiado estructuralistas, con consumo de medios predeterminado por estructuras macro (económicas o políticas). Sin embargo algunos autores sostienen que el péndulo se desplazó hacia un campo dominado por análisis micro (etnográficos) de los procesos de consumo de medios. La actual corriente corre peligro de producir un retorno a problemáticas de la macropolítica que se basan en un mal planteo de lo micro y lo macro. Las estructuras macro solo pueden ser reproducidas a través de los microprocesos, y la comprensión de este punto es lo que condujo al cambio inicial en el trabajo de los estudios culturales, alejados de cualquier noción de ideología dominante mecánicamente impuesta y hacia el modelo de hegemonía como proceso como un mejor marco teórico para analizar la reproducción del poder cultural en sus diversas formas. Todo el interés de ese campo consistía en la tentativa de encontrar mejores caminos para articular los niveles de análisis micro y macro, no para abandonar un polo a favor del otro.
Todo esto es particularmente vital en el reino del consumo de medios dado que el rol de los medios en la articulación de lo público y lo privado, lo global y lo local y en la articulación de procesos globales del imperialismo cultural con procesos locales de consumo situado.  Si a la etnografía le concierne averiguar lo específico de lo general, entonces el interés de los estudios culturales debe ser en un contexto más amplio en el cual la política y la cultura se interceptan.

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