13.5.13

Goffman / Martini / Winkin / Hall

GOFFMAN, ERVING (1963) “ESTIGMA E IDENTIDAD SOCIAL”.
El término estigma se refiere a signos corporales con los cuales se intentaban exhibir algo malo y poco habitual en el status moral de quien los presentaba.


Concepciones preliminares.

La sociedad establece los medios para categorizar a las personas y el complemento de atributos que se perciben como corrientes y naturales en los miembros de cada una de esas categorías.
El medio social establece las categorías de personas que en él se pueden encontrar.
El intercambio social rutinario en medios preestablecidos nos permite tratar con “otros” previstos sin necesidad de dedicarles una atención o reflexión especial.
El carácter que atribuimos al individuo debería considerarse como una imputación hecha con una mirada retrospectiva en potencia, una caracterización “en esencia”, una identidad social virtual.
La categoría y los atributos que le pertenecen, se denominaría su identidad social real.
Mientras el extraño está presente ante nosotros puede demostrar ser dueño de un atributo que lo vuelve diferente de los demás y lo convierte en alguien menos apetecible.
De ese modo dejamos de verlo como una persona total y corriente para reducirlo a un ser menospreciado.
Un atributo de esa naturaleza es un estigma, en especial cuando él produce en los demás, a modo de efecto, un descrédito amplioà a veces recibe también el nombre de defecto, falla o desventaja.
Esto constituye una discrepancia especial entre la identidad social virtual y la real.

El término estigma y sus sinónimos ocultan una doble perspectiva:
el individuo estigmatizado ¿supone que su calidad de diferente ya es conocida o resulta evidente en el acto, o que //// por el contrario, ésta no es conocida por quienes lo rodean ni inmediatamente perceptible para ellos?
ð  En el primer caso estamos frente a la situación del desacreditado, en el segundo frente a la del desacreditable.
Tres tipos de estigmas:
-          En primer lugar, las abominaciones del cuerpo (las deformidades).
-          Luego, los defectos del carácter del individuo que se perciben como falta de voluntad, pasiones tiránicas o antinaturales, creencias rígidas y falsas, deshonestidad (perturbaciones mentales, adicciones, homosexualidad, desempleo, etc.).
-          Por ultimo, existen los estigmas tribales de la raza, la nación, y la religión, susceptibles de ser transmitidos por herencia y contaminar por igual a todos los miembros de una familia.
Un individuo que podía haber sido fácilmente aceptado en un intercambio social corriente posee un rasgo que puede imponerse por la fuerza nos lleva a alejarnos de él cuando lo encontramos, anulando el llamado que nos hacen sus restantes atributos.
Daré el nombre de normales a todos aquellos que no se apartan negativamente de las expectativas particulares que están en discusión.
Son bien conocidas las actitudes que nosotros, los normales, adoptamos hacia una persona que posee un estigma, y las medidas que tomamos respecto de ella, ya que son precisamente estas respuestas las que la benevolente acción social intenta suavizar y mejorar.
Creemos que la persona que tiene un estigma no es totalmente humana.
Valiéndonos de este supuesto prácticamente diversos tipos de discriminación, mediante la cual reducimos en la practica, aunque a menudo sin pensarlo, sus posibilidades de vida.
El rasgo central que caracteriza la situación vital del individuo estigmatizado esta referido a la aceptación.
¿De qué modo la persona estigmatizada responde a esta situación?
à En ciertos casos, le será posible intentar corregir directamente lo que considera el fundamento objetivo de su deficiencia; también puede intentar corregir su condición en forma indirecta, dedicando un enorme esfuerzo personal al manejo de áreas de actividad que por razones físicas o incidentales se consideran inaccesibles para quien posea su defecto.
El individuo estigmatizado puede descubrir que se siente inseguro acerca del modo en que nosotros, los normales, vamos a identificarlo y a recibirlo.
La incertidumbre del estigmatizado surge no solo porque ignora en qué categoría será ubicado, sino también, si la ubicación lo favorece.
De este modo aparece en el estigmatizado la sensación de no saber qué es lo que los demás piensan realmente de él.

El igual y el sabio

Se sugirió al comienzo que podía existir una discrepancia entre la identidad virtual y la real de un individuo.
Cuando es conocida o manifiesta, esta discrepancia daña su identidad socialà lo aísla de la sociedad y de sí mismo, de modo que pasa por ser una persona desacreditada frente a un mundo que no lo acepta.
Entre sus iguales, el individuo estigmatizado puede utilizar su desventaja como base para organizar su vida, pero para lograrlo deberá resignarse a vivir en un mundo incompleto.
En él podrá exponer en toda su plenitud el triste relato que da cuenta de la posesión del estigma.
El término categoría es abstracto y puede ser aplicado a cualquier conjunto, en este caso a personas que poseen un estigma en particular.
Gran parte de los que se incluyen dentro de una determinada categoría de estigma bien pueden referirse a la totalidad de los miembros con el término grupo o un equivalente tal como “nosotros” o “nuestra gente”.
Quienes están fuera de la categoría pueden designar a los que están dentro de ella en términos grupales.
Los integrantes de una categoría particular tienden a reunirse en pequeños grupos sociales, cuyos miembros derivan de la misma categoría; estos grupos están también sujetos a organizaciones que los engloban en mayor medida.
Sea que las personas que poseen un estigma particular formen o no la base del reclutamiento para una comunidad que está consolidada de cierto modo, es probable que subvencionen agentes y agencias que las representen.

Goffman considerada un grupo de individuos de quienes la persona estigmatizada puede esperar cierto apoyoà aquellos que comparten su estigma, en virtud de lo cual son definidos y se definen entre sí como sus iguales.
Un segundo grupo es el de los sabios, es decir, personas normales cuya situación especial las lleva a estar íntimamente informados acerca de la vida secreta de los individuos estigmatizados y a simpatizar con ellosà gozan de cierto grado de aceptación y de pertenencia al clan.
Las personas sabias son los hombres marginales ante quienes el individuo estigmatizado no necesita avergonzarse ni ejercer un autocontrol.
-          Un tipo de persona sabia es aquella cuya sabiduría proviene de sus actividades en un establecimiento, que satisface tanto las necesidades de quienes tienen un estigma como las medidas que la sociedad adopta respecto de estas personas.
-          Un segundo tipo de persona sabia es aquella que se relaciona con un individuo estigmatizado a través de la estructura social; esta relación hace que en algunos aspectos el resto de la sociedad más amplia considere a ambos como una sola persona.

La carrera moral.

Las personas que tienen un estigma particular a pasar por las mismas experiencias de aprendizaje relativas a su condición  y por las mismas modificaciones en la concepción del yo; una “carrera moral” similar que es, a la vez, causa y efecto del compromiso con una secuencia semejante de ajustes personales.
La sincronización e interjuego de esas fases iniciales de la carrera moral crean pautas importantes, estableciendo la base del desarrollo ulterior y proporcionando un medio para distinguir entre las carreras morales accesibles a los estigmatizados.
Se pueden mencionar cuatro pautas:
 Una involucra a los que poseen un estigma innato y son socializados dentro de su desventajosa situación al mismo tiempo que aprenden e incorporan los estándares ante los cuales fracasan.
Una segunda pauta deriva de la capacidad de una familia de constituirse en cápsula de su joven miembro.
Un niño con un estigma congénito puede ser protegido dentro de dicha cápsula mediante el control de la información.
ƒ Los que en un momento tardío de la vida son victimas de un estigma ejemplifican una tercera pauta de socialización.
Son individuos que han realizado un concienzudo aprendizaje de lo normal y lo estigmatizado mucho tiempo antes de tener que considerarse a sí mismos como personas diferentes.
Una cuarta parte esta representada por aquellas personas socializadas inicialmente en una comunidad alienada, que deben luego aprender una segunda manera de ser.

GOFFMAN, ERVING (1959) “ACTUACIONES”.
Goffman considera importantes los aspectos más rutinarios.
Trabaja la interacción cara a cara, en la vida cotidiana en las rutinas.
Es la actividad de un hombre en un determinado tiempo frente a observadores.
El mundo entero no es un escenario pero no es fácil determinar los aspectos fundamentales que establecen la diferencia.
Trabaja la interacción social cara a cara por eso tiene en cuenta los contextos.
En la interacción hay reglas que organizan el intercambio de prácticas.
Esas reglas son inconscientes.
El significado original de la palabra “persona” es máscaraà esto fomenta la idea de que uno desempeña roles para conocernos mutuamente y a nosotros mismos.

FACHADA: actuación del hombre de modo prejuicioso.
Puede ser inconsciente o intencional.
Las partes son:
-          el medio que es el trasfondo escénico y que tiende a permanecer fijo, salvo en excepciones como un cortejo fúnebre,
-          y la fachada personal que son los elementos que identifican al actuante (sexo, profesión, edad, aspecto, tamaño, etc).
Está dividido en apariencia y modales (entre ambas se espera coherencia) pero puede no pasar.
Las fachadas suelen ser seleccionadas, no creadas.
La dramatización debe ser instantánea.
Discrepancias entre la apariencia y la realidad total:
1- El actuante puede ocultar a su público actividades por ser incompatibles con lo que se espera de él.
2- Se presenta el producto final, pero el público no sabe (porque se le oculta) si se realizó con esfuerzo o no.
3- Los signos delatores son previamente encubiertos.
4- Se tiende a encubrir al auditorio toda evidencia de trabajo sucio.

Un actuante tiende a encubrir las actividades incompatibles con una versión idealizada de sí misma y de sus obras.
El actor quiere mostrarle a la audiencia que está relacionado con ellos de un modo más ideal de lo que en realidad está.
P/e: el adolecente que entre amigos usa muchas malas palabras pero no cuando está con los padres. (SEGREGACIÓN POR AUDITORIO).
Goffman sostiene que hay reglas preexistentes a las prácticas y que deben ser cumplidas.
El proceso de socialización prefija.
El hombre construye su identidad en la interacción.
El orden social es previo a estos encuentros.
Es un hecho social más allá de la conciencia de los hombres.
Este orden social determina la interacción.
Y va a determinar esa interacción, la cual esta regida por reglas.
Goffman le agrega a Bateson elementos del contexto inmediato donde se desarrolla la acción.
Para Goffman el marco es social (las reglas son sociales) mientras que para Bateson es psicológico.
Dentro del marco de Goffman se estipulan todas las acciones, no solo las comunicativas.
Las relaciones entre el actor y las normas está vinculada en casa ocasión particular.
Goffman no incorpora la dimensión del poder, el dice que el poder está en quien define la situación en curso, una especia de micropoder.

ESTIGMA: es una persona portadora de un atributo desacreditador.
Un desviado de la norma es un estigmatizado.
Cuando hay una estigmatizado en la interacción se suspenden las reglas.
El fin para Goffman es el orden social.
Las normas son preexistentes, se debe mantener el orden social.
El estigmatizado rompe con el orden social, por eso los estudia.
Hay tres tipos: los físicos, tribales (raza, religión), defectos del carácter.
Este libro se interesa en el problema de los contactos mixtosà es decir, en los momentos en que los “normales” y estigmatizados se hallan en una misma interacción.
-          El actuando puede creer por completo en sus propios actos, puede estar sinceramente convencido de que la impresión que da en realidad es verdadera, y su público también se convence, cree en la impresión que fomenta su actuación (SINCERO)
-          El actuante no se engaña con su propia rutina, quiere guiar la convicción de su público solo como un medio para otros fines (CINICO). Tiene gran desenvoltura profesional, juega con algo que su público debe tomar seriamente, puede engañar al público por su propio bien
El significado de persona es máscaraà siempre desempeñamos un rol, nos esforzamos por vivir con este rol, por eso la máscara es nuestro “si mismo” más verdadero, el yo que quisiéramos ser.
La fachada es la dotación expresiva usada por el hombre durante su actuación.
Una actuación presenta enfoque idealizado de la situación, si nunca tratamos de parecer algo mejor ¿cómo mejoraríamos?
-          Siempre se quiere mostrar una imagen superior, pero a veces se ocultan capacidades o riquezas. (IDEALIZACIÓN NEGATIVA). Ejemplo: chicas que disminuyen su inteligencia para mostrar inferioridad frente a los hombres.
Se muestra una fachada distinta en casa grupo.

MARTINI, STELLA (1994) “LA COMUNICACIÓN ES INTERACCIÓN. CUANDO COMUNICAR ES HACER: INTERACCIONISMO SIMBÓLICO, ERVING GOFFMAN Y APUESTAS EN JUEGO”.
La comunicación es interacción. Una historia desde las ciencias sociales.

Una corriente de las ciencias sociales de USA definió el interaccionismo simbólico como una creencia, o al menos la esperanza, de que es posible organizar la sociedad alrededor de una identidad natural de intereses.
El planteo básico del interaccionismo simbólico (que es una teoría individualista) es que el hombre se constituye socialmente en su relación o interacción con los otros, y considerando cualquier objeto con el que se encuentra como un símbolo que significa o representa la relación de un sistema más general de significado con su particular circunstancia.
El individuo conoce y constituye su subjetividad según su propia interpretación de la interacción de sí mismo con los otros.
“La interacción posee sus mecanismos autorreguladores, que mantienen el orden: el orden de la interacción”.
Pero estos mecanismos son frágiles.
El mundo social es precario, nunca tiene garantizado el orden.
En el caso de la interacción los actores harán cualquier cosa para evitar el embarazo, la sanción que afecta tanto a las víctimas como a los causantes cuando éstos infringen las reglas provocando desorden.
Las víctimas adoptan una actitud indulgente o “compromiso de convivencia”.
Estas pequeñas ofensas, seguidas de otros tantos perdones superficiales son permanentes en el curso de una interacción.

La comunicación es comunicación social.

Cuando se concibe la comunicación como actividad social, se coloca un mecanismo de orden superior por encima de la comunicación (inter)individual.
Cada acto de transmisión de mensaje se integra a una matriz mucho más vasta.
Esta matriz, la comunicación social, constituye el conjunto de los códigos y las reglas que hacen posible y mantienen en la regularidad y la previsibilidad las interacciones y las relaciones entre los miembros de una misma cultura.
La comunicación en la sociedad es permanenteà permite que la acción individual se inserte en una continuidad.
El individuo es visto como un “actor social”, como un participante de una entidad que lo subsume.
Las actividades comunicativas son actividades de control, de confirmación, de “integración”, donde la redundancia juega un papel importante.
En la medida en que el individuo es un actor social, con roles a cumplir y representar, el contexto situacional adquiere un estatus fundamental.
Por ello lo que interesa es trabajar sobre el contexto y el significado, a los que se considera isomorfos.
Ningún significado es fijo; ningún elemento es univoco.

Metáforas de la interacción: juego y ritual.

En la metáfora del juego se fijan las reglas de la interacción, el rol de los interlocutores y las apuestas, las ganancias; se establece que es lo que está en juego.
Para Bateson toda comunicación implica la existencia, en un nivel superior de abstracción, de un mensaje metacomunicativo que da las indicaciones sobre la forma de comprender el mensaje de base.
En consecuencia, la metacomunicación provee un contexto simultáneo a la comunicación, a medida que aquella se va produciendo.
Al considerar a la comunicación como un juego donde las apuestas varían según los individuos y las situaciones, la vida social toda aparece como el gran juego donde no sólo importa competir sino también ganar.
Las reglas que organizan la interacción remiten a la idea del ritual, término empleado para designar una formalización de la actividad social.
Hay rituales positivos (homenaje o celebración) y negativos (conjuro y separación).
Goffman presta atención a la dimensión simbólica y conductual del rito.

Hacia un ordenamiento de la interacción: las reglas del intercambio comunicacional.

Las reglas constituyen el conjunto de conductas permitidas, preferidas, esperadas y/o proscriptas en una variedad de situaciones de comunicación.
La vida comunicativa está basada en reglas que permiten la existencia de cierta regularidad en las interacciones.
Las reglas son estatutos y exigencias culturales implícitos de comportamiento social.
Constituyen una fuerza que ciñe la vida de cada uno.
Las reglas normativas tienen un carácter prescriptivo, es decir, que los miembros de una comunidad están sujetos a ciertas obligaciones relaciones con el respeto de las reglasà aquel que no las observa se sitúa “fuera de la ley”.
Son también  situacionales, exigen el conocimiento del contexto en el que rigen.

La interacción comunicativa presupone un contrato entre los interlocutores.

La existencia de reglas implícitas permite hablar de la noción de contrato, pacto o acuerdo de comunicación, también por lo general, implícito en el juego de la interacción.
El contrato establece un lazo en el tiempo entre los interactuantes.

De saberes y competencias.

La competencia comunicacional es la capacidad de un individuo de mantener una comunicación coherente, es la aptitud que implica el conocimiento de los códigos y de su uso y el manejo creativo de situaciones de comunicación y de reglas implícitas en la sociedad en que se desenvuelve.
Bourdieu opone al término de competencia el de capacidad estatutaria.
Se trata de una aptitud determinada por la pertenencia de la clase del sujeto, por el estatuto o status en el interior del sistema social.
Goffman estudia la capacidad de interacción subyacente en la conducta de los individuos que está normada por reglas sociales.
Garfinkel se interesa por la facultad de interpretación que cualquier individuo tiene y pone en práctica en sus actividades cotidianas.

Los “ruidos” en la interacción: el estigma.

Cada interlocutor en su comportamiento comunicacional cotidiano busca el mejor lugar o al menos no el peor.
Hay circunstancias que pueden desfavorecer y hasta entorpecer una interacción.
A estas marcas se las llama estigma: atributo que arroja un descrédito profundo sobre aquel que lo lleva.
Hay tres formas:
-          deformidades físicas;
-          las deficiencias de carácter;
-          tribales (raza, nacionalidad, religión).
Todo individuo que no sea portador de algún estigma es considerado un hombre “normal”.
Cuando una persona es portadora de un estigma perturba a la persona “normal”, quebrando el contrato de comunicación.
Un estigma es una “desviación de”, una diferencia o diversidad del Otro.

MARTINI, STELLA (2002) “LA SOCIEDAD Y SUS IMAGINARIOS”.
El reciente reclamo argentino “que se vayan todos” no solo expresa una opinión masiva ciudadana.
Esa pretensión actualiza y cruza una imagen, la representación de país deseado y añorado rastreable en un relato.
La crisis de un país pone en estado de crisis la misma identidad: tal la percepción del individuo común protagonista de este momento de nuestra historia.
Por eso, lo que aparece en el reclamo es producto tanto de la opinión pública como de los imaginarios de país acuñados por la sociedad.
Y como los imaginarios (categoría del orden de las relaciones sociales) están en la base misma de los procesos de construcción de las identidadesà y en este caso está en juego la continuidad de la nación, las prácticas y discursos de los actores sociales insisten en la recuperación material y simbólica de la misma nación.
En este proceso se asiste a la reapropiación, ocupación y resignificación del territorio, territorio que va a ser transitado, ocupando, demarcando y ampliando como un pedazo del territorio nacional.
Hay también una reiteración del uso de los símbolos patrios en las diferentes instancias de reclamo y del discurso de afirmación de lo nacional que afianza la pertenencia.
Se reivindican las representaciones acerca de un nosotros frente a otro/s opositor y enemigoà la representación del “enemigo” tiene una valencia doble,
-          es tanto el “extranacional”
-          como “nacional” marcado de manera negativa.

¿Por qué hablamos de imagen?
Ante la crisis socioeconómica y de representación política, el reclamo popular no repara en agendas posibles.
Ante todo hay un reclamo por absoluto que traduce la necesidad de un cambio estructural.
Una consigna como “que se vayan todos” cruza la situación de crisis de un presente con el/los recuerdo/s (imagen del pasado y otro más lejano quizás que reúne lo actuado) en sus diferentes versiones con la rememorización de “aquel tiempo que si es pasado siempre fue mejor”à característico de las formas en que se mueve la memoria.

Constitución de los imaginarios

Los imaginarios sociales cruzan momentos de la memoria con cuadros de un proyecto futuro, la experiencia con la utopía, formas del deseo colectivo con fotografías de lo que ya es historia.
Y esos materiales complejos, atravesados por la subjetividad, no necesariamente coinciden con la “realidad”, pero guardan el sentido de lo vivido y de lo real.
En el sentido corriente, el imaginario se define por su diferencia con la realidadà refiere a lo no real, a lo que puede ser producto de la imaginación pero es creíble y verosímil para ese grupo que lo haya cristalizado.
Esta categoría que nombramos como imaginarios o representaciones sociales “comprende los efectos de ‘sentido’ producto del discurso, entendiendo al orden simbólico y ordenan la relación con lo real”.
Así, dado que la producción de la realidad social es una “experiencia colectiva”, en ella se realiza la articulación entre la experiencia de lo simbólico y de lo imaginario.
La categoría imaginario permite una comprensión en densidad de las prácticas sociales.

Estudio de las representaciones sociales

El rastreo de los imaginarios en una sociedad y en una época exige una entrada oblicua.
Los imaginarios no son cuantificables ni medibles como si lo es la opinión pública.
La identificación e interpretación de los imaginarios o representaciones sociales es posible a través de la mirada en sesgo sobre los datos de la realidad, documentos acerca de tradiciones, costumbres  y usos, productos de consumo, literatura, teatro o medios de comunicación, refranes, clisés y costumbres diversas.
Los imaginarios sociales, categoría dinámica y cambiante, relacional, cultural e histórica y comunicacional, aparece en los pliegues de la memoria y de los discursos sociales.
Hacen necesaria la activación de un análisis que investigue diferentes capas de densidad significativa.
El imaginario es una categoría marcada por el sello tradicional, en el sentido de perdurar y cambiar de manera más lenta que la opinión públicaà en los primeros años del siglo, una parte importante de la dramaturgia y de la narrativa construyen el conflicto, el cambio y la vigencia de los imaginarios más conservadores, mientras parte de la ensayística y la prensa argumentan acerca de la necesaria modernización del país.
El imaginario opera sobre la organización y el dominio del tiempo colectivo sobre el plano simbólicoà o sea que, interviene activamente en la memoria colectiva para la cual los acontecimientos cuentan menos que las representaciones imaginarias a las que ellos mismos dan origen y encuadran.
El imaginario actúa sobre la producción de visiones del futuro.
Hablar de imaginario social es referirse a los sentidos presentes en un grupo social y que dan cuenta de la percepción del mundo social.
Dicha percepción supone una organización imaginaria, que tiene una cierta función ordenadora de la relación entre los agentes sociales.
En su interacción el grupo social construye la representación, la imagen de sí misma.
En estas imágenes se articula la identidadà la pertenencia a un “nosotros” frente a un “otro”, el establecimiento de la diferencia desde el momento en que se “descubre” que es posible interponer una frontera.
En esta operación señala su territorio, define sus relaciones con los “otros”, forma imágenes de amigos y enemigos, de rivales y de aliados.
Y hace a la operatoria contextual: incluye y excluye a través de discursos naturalizados –entendidos como naturales-.
El imaginario, diferente de la ideología, socialmente producido, es representado como natural y por lo tanto legitimado en la trama significativa de una cultura determinada.
Interviene en el conocimiento y la acción de la sociedad.
La filosofía del conocimiento reconoce al imaginario como la posibilidad de que dispone la imaginación de crear un producto diferente de lo real  y esta posibilidad aparece como una vía de sustitución del conocimiento científico o filosófico.
Pero Durkheim considera los sistema de representaciones sociales o imaginarios sociales de diferentes modosà La sociología del conocimiento considera que toda sociedad tiene su imagen particular de la realidad social, que es la cristalización o la concreción del pensamiento que se produce  en una sociedad determinada.
Por eso, Durkheim afirma que los estados de conciencia colectiva son de naturaleza diferente que los de conciencia individual, son representaciones de otra clase, y tienen sus leyes propias.

Los estados de los imaginarios

Los usos del lenguaje, las formas dialectales y sociolectales, los emblemas patrios, la forma de diseñar, resolver, interpretar prácticas y discursos son indicadores del estado del imaginario en una sociedad determinada.
Las representaciones colectivas manifiestan cómo se piensa un grupo en sus relaciones con los objetos y las situaciones que los afectan y con otros grupos sociales y nacionales, expresan en algún punto un estado del grupo social, reflejan su estructura actual y la manera en que reacciona frente a los acontecimientosà es decir, que el imaginario de un grupo social actúa en las formas en que este construye el sentido de un momento determinado.
Los sistemas simbólicos sobre los cuales se apoya y a través de los que trabaja la imaginación social se construyen a partir de las experiencias, aspiraciones e intereses de los agentes sociales.

Un aporte a los relatos de control social

El dispositivo imaginario provoca la adhesión a un sistema de valores e interviene eficazmente en el proceso de su interiorización por los individuos.
El imaginario marca la distribución de los papeles y las posiciones socialesà define los medios inteligibles de sus relaciones con la sociedad, con sus divisiones internas, con sus instituciones.
Ciertas marcas (que pueden ser tanto físicas, como gestuales, etarias o étnicas, de hábitos o de uso del lenguaje, de habitad o de lugar de trabajo) “califican positivamente” o “estigmatizan” a un sujeto, a un grupo social o a una sociedad en su conjunto.
De esta manera,  es producida una representación totalizante de la sociedad como un “orden”, según el cual cada elemento tiene su lugar, su identidad y su razón de ser.
Los imaginarios sociales muchas veces cristalizan sus construcciones en mitos.
El imaginario social resulta una pieza efectiva y eficaz del dispositivo de control de la vida colectiva del ejercicio del poder.
El lugar de las instituciones, la palabra de las autoridades, las hipótesis sobre las crisis o los proyectos se cristalizan en imágenes difundidas desde el poder.
Los periodos de crisis de un poder son también aquellos en los que se intensifica la producción de imaginarios sociales competidores, las representaciones de una nueva legitimidad y de un futuro distinto proliferan,  ganan tanto en difusión como en agresividad.
El impacto de los imaginarios sobre la mentalidad depende de su difusión y de los circuitos y de los medios de que dispone para esa difusión.
Las modalidades de emisión y de control eficaces cambian en función de la evolución del armazón tecnológico y cultural que asegura la circulación de informaciones e imágenes.
En esta evolución, hay dos momentos que marcan las rupturas significativas en los imaginarios, el pasaje de la cultura oral a la alfabetización y la implantación durable de los medios de comunicación de masas.
Los medios tienen un papel relevante:
-          aportan con su producción de información y de sentido a la construcción que esa sociedad o ese grupo hacen de su imaginario
-          brindan datos e interpretaciones de los mismos, singulares formas de construcción de la realidad, con su propio imaginario, que es el de la sociedad en la que están insertos, pero que incluye la propia imagen del periodismo como tarea y como filosofía y la misma naturalización del sentido del mundo.
-          La agenda de los medios es índice de un idea y vuelta de la interacción entre prensa y sociedad, y entre prensa y poder.
La instauración de mitos a partir de la información emanada desde diferentes centros de poder, las autoridades gubernamentales o las empresas transnacionales, el marketing y hasta los medios y la escuela contribuyen a la tarea de construcción del imaginario.
“En y por la propaganda moderna, la información estimula la imaginación social y los imaginarios estimulan la información y todos juntos estos fenómenos se contaminan unos con otros en una amalgama extremadamente activa a través de la cual se ejerce el poder simbólico”.

WINKIN, YVES (1984) “LA UNIVERSIDAD INVISIBLE”.
Trata de crear una teoría de la cultura que supere el marco de la sociedad estudiada.
Desarrolla en concepto de cismogenesisà que lo entiende como el estudio de la génesis de un cisma en el seno de un sistema social.
El termino ayuda a describir las posibilidades de estallido de un sistema social.
Plantea dos tipos de cismogenesis:
-          En la cismogenesis simétrica los interactuantes responden, por ejemplo, a la violencia por la violencia.
-          En cambio en la cismogenesis complementaria, los asociados se hunden cada vez más en los papeles del tipo dominación/sumisión o exhibicionismo/voyeurismo.

Beatson y Meadà hacen un estudio durante dos años de la cultura balinesa, pero sobre todo tratan de delimitar el problema de la incorporación de la cultura.
Mead busca bajo la influencia del psicoanálisis de Erikson, el origen del temperamento balinés en relación entre los padres e hijos.
Quince años después, Beatson desarrolla el concepto de doble vínculo, cuya hipótesis consiste en ver el origen de la esquizofrenia infantil en una red de relaciones entre la madre y el hijo.

En 1942, Beatson asiste a un coloquio en New York en donde escucha hablar de feedback.
Ya había utilizado implícitamente, cuando se refería a la cismogénesis, el mecanismo de feedback positivoà el que refuerza el sistema hacia la destrucción total.
El feedback negativo en donde el sistema es capaz de regresar a la estabilidad.

Pero, en 1948 Beatson va abandonar la antropología para entrar en la psiquiatría con el objetivo de elaborar una teoría general de la comunicación derivada de las ideas de la cibernética.
La visión  de todos los autores que siguen esta línea es que la comunicación es la matriz en la que se encajan todas las actividades humanas.

Realiza un estudio sobre la naturaleza del juego en los animales.
Filmando nutrias trata de comprobar si tienen la capacidad de distinguir entre un comportamiento lúdico y un comportamiento de combate.
Cuelga de un hilo un pedazo de pescado y las nutrias se lo disputan mordiéndose sin herirse, lo cual denota que saben emitir y recibir señales que dicen “esto es un juego”, para Beatson se comunican, ponen comillas, se metacomunican.
En 1954 vuelca esta experiencia en el texto “teoría del juego y del fantasma”.

En 1956, junto a su equipo desarrollan la hipótesis del doble vínculo.
En 1963 Beatson y su equipo aclaran que el doble vínculo se establece entre personas atrapadas en un sistema que produce definiciones conflictuales de la relación.
Hacia 1966 Beatson se separa de sus colaboradores y va a plantear al doble vínculo como un concepto abstracto que se aplica tanto al arte como a la esquizofrenia.
No es una relación patógena (enfermiza)à sino un principio generador de múltiples comportamientos creativos, lo cual declara como una enfermedad de la familia y no del cerebro como afirman sus colegas.
Su método es deductivo e interdisciplinario.

Edward T. Hall (1942 doctorado en antropología)

Se dedicó a estudiar la organización social del espacio entre los individuos.
Denominó proxémica a este nuevo dominio de las ciencias humanas.
Estudió los choques culturales y también se dedicó a estudiar los códigos de la comunicación intercultural.
Focaliza su estudio en el código que rige la división y la utilización del espacio interpersonal.

En 1959 va a proponer una visión de cultura como sistema de comunicación que se determina en tres niveles de complejidad: notas o unidades indivisibles constituyen series.
Notas y series se organizan según esquemas.
El y otros autores consideran a la cultura como un conjunto de códigos descomponibles y analizables.
Emplea la analogía con la música para hacer comprender su visión del mundo socialà el hombre puede explotar el potencial de la música cuando la descifra en signos, del mismo modo, la cultura es descifrable, hay que descubrir en ella el lenguaje silencioso.
Considera que la relación entre el hombre y el espacio es la dimensión oculta de la cultura.

Durante los 60´ se dedica al estudio tomando elementos de la literatura, el arte y de la zoología.
La cultura organiza el espacio de forma diferente a partir de lo denominado territorio.
Propone una escala de las distancias interpersonales: intima, personal, social y publica que constituyen a 4 territorios pertenecientes tanto al animal como al hombre, cuyas modalidades pueden ser próximas y lejanas.
Los territorios (burbujas) se definen por los metros y centímetros pero también por el tacto, la vista; el oído y el olfato constituyen el establecimiento de las distancias solamente adecuadas.
Así comparte la postura de la universidad invisible: la comunicación es un proceso de múltiples canales cuyos mensajes se refuerzan y controlan permanentemente.
No hay forma de no comunicarse.
Entonces llama a la universidad invisible como aquellos que propiciaban el modelo orquestal de la comunicación.
En este modelo todo se retroalimenta, todos pueden tener la palabra, interrumpir, objetar, todos participan a diferencia del modelo lineal.

 

Erving Goffman


Así como Hall saca a la luz las reglas culturales que rigen en una sociedad, Goffman intenta descubrir las normas sociales que rigen en la vida cotidiana.
No procede por yuxtaposición de culturas, sino que procede por rupturas en  el seno de la sociedad.
Su tesis intenta dar forma a una teoría sociológica de la comunicación interpersonalà las interacciones son los átomos de la sociedad, fundamentan todo el color y toda la uniformalidad de la vida social.
Para Goffman las interacciones sociales constituyen la trama de un cierto orden social, porque se fundan en normas y reglas al igual que las grandes instituciones, tales como la familia, la iglesia, el estado, etc.
Para su primer libro toma conceptos del interaccionismo simbólico y estudia a la interacción en la vida cotidiana (encuentros cara a cara).
Luego utiliza el concepto de estrategia y lo enfoca básicamente en los aspectos de la interacción que pueden ser previstos, calculados, etc.

Sin duda es miembro de la Universidad Invisible.
¿Cual es su visión de la comunicación?
En su obra los actores sociales participan en un sistema en el que todo comportamiento libera una información socialmente pertinente.
Todo gesto, toda mirada, todo silencio se integra a una semiótica general.
Aun cuando el individuo no hable, no puede dejar de comunicar con el cuerpo.
El comportamiento está regido por un conjunto de códigos y sistemas de reglas.
Mientras que la visión espontánea tiende a considerar que los individuos viven sus interacciones en función de la naturaleza, su humor, en función de factores personalesà Goffman considera que esas interacciones tienen sus propias reglas, exteriores a los individuos, que no pueden más que seguirlas si quieren que se los continué considerando como personas normales.
Para todos estos autores una partitura invisible orquesta los encuentros fortuitos, los intercambios espontáneos, los comportamientos banales.

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