14.5.13

Martini - Notas para una epistemología de la noticia

Los medios masivos y la realidad cotidiana
            La noticia permite un acceso a la realidad que el individuo no puede conocer por la experiencia, lo que sucede fuera del ámbito privado y social inmediato se produce por el producto noticioso. Una narrativa predominante es el género policial.

            La reflexión científica sobre la noticia periodística se inscribe en una teoría de los medios y en el campo de la ciencia de la comunicación. Como proceso históricamente situado, la comunicación tiene lugar “a través de discursos verbales y no verbales, y atravieza de manera transversal las prácticas de las sociedades.
            Wolton da tres sentidos al término comunicación, que están ligados por un punto en común, la interacción. Es un intercambio y una interacción con un otro para comprender y compartir acciones que hacen de la comunicación una “realidad y un modelo cultural”, por ello afirma que condensa la historia de una cultura y una sociedad (sentido antropológico). La comunicación es un conjunto de técnicas que rompieron con las condiciones de la comunicación directa, para imponer comunicaciones a distancia y permitió la metáfora de la aldea global.
            La noticia y los mensajes que se difunden en los medios, se contruyen en una trama cultural donde adquieren sentido, y tienen relación con formas, géneros, retóricas de la cultura en general y de la cultura popular en particular.
            Se asume que el relato periodístico, que pertenece al campo de la información especializada, reúne las memorias culturales genéricas y apela a los mecanismos perceptivos sociales, la noticia adquiere legitimación: el individuo que consume la información de los medios reconoce su autoridad porque culturalmente de ese modo accede al conocimiento de hechos diversos y él también cuenta lo que le sucede.
            La información se explica en el circuito de la comunicación como la construcción del sentido del mundo, en los niveles social e individual, construcción que incluye la producción, la circulación y la recepción de mensajes en un grupo. Los medios tiene autoridad para hablar de la realidad, a pesar de que las agendas periodísticas sin selectivas y las noticias producen diferentes grados de visibilidad de los problemas y hechos.
            En la naturalización del sentido común, fragmentario, acrítico y multiforme, tal cono define Gramsci, el discurso periodístico encuentra fundamento, anclaje y sostén. El problema de la inseguridad permite verificar la selección informativa de los medios. Cuando los periodistas dicen que su tarea es un “servicio público” recurren a un sentido común instalado en la prensa. En el caso de la agenda policial, la credibilidad peridística aumenta en relación directa con la inacción o ineficacia de las fuerzas de seguridad y de la justicia.

Temporalidad, tecnología y mercado

Los individuos conoces la realidad no sólo por la noticia, sino también por su propia experiencia, y por géneros y soportes, pero en el intercambio simbólico del circuito de la comunicación, la información periodística tiene un significado social y una legitimidad privilegiados. La masividad y el efecto que posibilita la tecnología aseguran la percepción, visibilidad, reconocimiento y memoria.
            La marca temporal es una invariante de todo relato y refiere a la condición de verdad (verosímil) pretendida, por eso la ubicación precede el hilo de la historia. En la primera etapa de la prensa moderna se remitía a un pasado cercano. Con la TV la noticia es lo que está sucediendo, el directo televisivo. La imagen televisiva es en occidente el valor más alto de verdad.
            La mercantilización de la noticia, que la tranforma en una commodity más trabaja en la anulación del extrañamiento de la mediación técnica y las distancias espacio-temporales, e instala la lógica del aquí y ahora, esto es, mayor cercanía y un presente continuo. El tiempo policial es el del presente reciente y en la reiteración y redundancia de las series, el del estado de la seguridad en la vida cotidiana.

La noticia, un mundo verosímil

            La distancia entre noticia y hecho = mapa y territorio. Pero con la prensa moderna los medios diluyen la distancia y aseguran la “verdad” de sus enunciados, mediante tácticas del arte de la oratoria antigua. El marketing afirma que se hace “periodismo independiente” o “puro” y garantizan objetividad. La prensa gráfica recurre a la presunta confiabilidad de las fuentes y la tv a la imagen de la camara. Pero la noticia puede ser vista como una versión del estado del mundo, aunque la intención de legitimar la propia verosimilitud es recurrente y lógica.
            Tres órbitas se pueden indentificar en el circuito de producción y reconocimiento de toda noticia, el mundo real, fuente productora de acontecimientos; el mundo de referencia, contexto del acontecimiento “real” y modelo en el que “se encuadran los hechos conocidos para una mejor comprensión de los mismos”; y el mundo representado que es la noticia.
            En la articulación entre lo creible y lo esperable, esto es en el contexto de la historia de las noticias producidas y consumidas y en el sentido de mundo compartido, se establece el contrato de lectura entre un medio y su público. Después del reconocimiento de que el estudio del nivel de la producción de la noticia incluye el plano de la noticiabilidad y el del discurso, se integran dos categorías que están renidas en la práctica periodística: la construcción de la noticia y las modalidades discursivas. La construcción de la noticia se sustenta en la noticiabilidad de un acontecimiento; las rutinas de producción implican el contrato de lectura que incluye la figura discursiva del lector modelo o ideal, y el abordaje de las modalidades discursivas propias de cada soporte informativo.
            El contrato de lectura, acuñado por Verón, está basado en la fe, o fidelización a una “marca” en términos de consumo, y lo sostienen las modalidades del discurso. Es la noticia/relato social , el lugar de articulación de las categorías del enunciador y enunciatario que hace que el texto periodístico se constituya “en el lugar de pasaje que soporta la circulación social de los significados, trabajo en varios niveles a modo de red”.
            La noticia es una versión de la realidad tal como el lector habitual está acostumbrado a leerla, y en el caso de la crónica sobre el delito, el verosímil se sustenta en el conjunto de noticias de una misma serie y del conjunto de noticias del género.
            La verosimilitud en la noticia policial es singular: si el horror del crimes es posible y real, también lo son las explicaciones, sus circunstancias y los modos en que tuvo lugar. El periodismo se caracteriza por “su tendencia a relatar los acontecimientos como si el observador estuviera en el momento y el lugar en el cual ocurren. El uso de recursos dirgidos a provocar la ilusión de realidad también muestra que la función de los medios es satisfacer esa necesidad de ver por sí mismos”.

Agendas policiales, el crimen ¿no paga?

            La noticia sobre el crimen es altamente noticiable. La noticiabilidad es el valor con que se carga un acontecimiento para su construcción como noticia. Sintetizados en la novedad del hecho, su gravedad y el impacto futuro sobre la sociedad, los criterios de noticibilidad sumas otros como relevantes, la proximidad geográfica, la reiteración de la modalidad criminal y los personajes victimizados. Hay un supuesto que domina esta agenda: el “otro”, delincuente, o la delincuencia en general parecen casi imbatibles. La prensa se plantea acciones de prevención y represión. La explicación sociopolítica está casi ausente. Los sectores más conservadores y los medios en general aseguran que “la gente no cree en las instituciones”. Sin embargo, grandes sectores de opinión exigen mayor vigilancia policial en las calles o claman por justicia.
            El nosotros inclusivo apela en el nivel horizontal a la ciudadanía, y en un nivel diferente, a los sectores gubernamentales. Esto es, el lugar común del descreimiento en la institución.
            La noticia policial sostiene y justifica su énfasis y legitima su verosimilitud en otras construcciones, como los resultados de sondeos de opinión y la construcción de mapas del delito. Y también en lo que publican los otros medios. La tv y la prensa gráfica de referencia se constituyen en fuentes de información e instaladores de agenda. La agenda policial en todos los medios se resuleve con retóricas altamente sensacionalistas que alimentan las representaciones del horror, el miedo y la ausencia del derecho de las que hablan los resultados de ciertas encuestas públicas sobre la percepción de la inseguridad.
            Crítica, en la sección Policial propone el cruce entre la realidad y la ficción que sintetizan los orígenes de este tipo de noticia y las marcas genériicas que provienen de la cultura popular. Los casos policiales se completan con descripciones y anécdotas ficticias, hacen uso de la parodia y el humor, y en la complicidad del contrato de lectura, el diario pide a su interlocutor que sugiera la resolución de un caso.
            La noticia sobre delitos, apuntando al orden social, lleva desde siempre la impronta admonitoria: la exhortación para alejarse de la “mala vida”, la ejemplificación que atemoriza y la distinción que discrimina entre “buenos” y “malos”. El discurso dominante, que reúne la tradición religiosa con la modernización política liberal, es herramienta para la domesticación de los sectores populares y el resguardo de posibles desvíos por los propios hijos del poder. La delincuencia es objeto tanto de la criminología como de la noticia policial. En la noticia se retoman todos los discursos que circulan en la sociedad en un momento determinado y se construye el gran relato del desvío, el temor y el conflicto social.

El delito en el circuito de la comunicación política

            En el abordaje de la comunicación política del delito en la actualidad se impone el reconocimiento del valor de la tv, que instala la agenda atributiva o las modalidades estilísticas de decir la información sobre conflictos. En el proceso de construcción de la noticia, la tv define su noticia como ventana a la realidad, mensajera y testigo de los hechos. Cuando aparece la violencia explícita, la pantalla confirma su función especular. La prensa gráfica ha transformado sus modos narrativos en nuestro país y ha crecido en espectacularidad y sensacionalismo.
            La inseguridad es la agenda de los crímenes cometidos por la delincuencia, los “otros”, victimarios anónimos que provienen de fuera del entorno familiar y vecinal, pero también por aquellos que pertenecen al adentro del entorno.
            La agenda responde a la clasificación de las noticias. Las noticias policiales tienen una alta movilidad, se desplazan de sección a sección, fenómenos que se verifica especialmente en la prensa gráfica. En tv, aunque la rutina es similar, se rige por la gravedad de los hechos en el sumario, y las clafisicaciones son temáticamente explícitas, por casos o áreas problemáticas (inseguridad, robos a jubilados), y responden al manejo de las prioridades informativas. Pero en ambos soportes el proceso de newsmaking sigue una normativa similar: el hecho nuevo, o sus consecuencias en otras noticias que continúan el caso ya ubicado en una serie, es noticia de 24 horas en la gráfica y de último momento en tv y el periodismo on line y lleva la etiqueta de policial.
            Hay otro efecto velado que aporta directamente a la percepción del miedo y a la exigencia de mayor control. La noticia sobre hechos criminales sigue los formatos y el procedimiento de estereotipificación habituales del género, la noticia es el hecho mismo.
            Es la noticia en que se despliegan las formas básicas del relato policial, el sometimiento de los buenos a los malos, y las representaciones no sólo de deshumanización del delincuente sino de la criminalización de sus familias, sus enclaves geográficos, su clase.
            Las tácticas productivas de mayor efecto son el sensacionalismo, como modalidad retórica dominante, la hipérbole descriptiva y la narrativa de pseudorrevelación. Las formas de la hipérbole la rigen y colabora en la incentivación de la denuncia, que se convierte en denuncismo, con la retórica de la queja.
            En la tv argentina, la reducción de los efectos de la política a la poética del melodrama es retórica habitual. Se recurre a la fuerza testimonial de la imagen y se presenta el dolor, miedo, rencor de las vícticmas, familiares, vecinos, que como fuentes y testigos privilegiados narran el hecho entre lágrimas, mientras la cámara muestra una corporalidad en sufrimiento.
            Como efecto directo del crimen, la noticia televisiva registra y construye mosaicos de vidas destrozadas a las que la ley y el orden no garantizaron el goce de sus derechos. Los diarios y revistas acompañan este sentido con la estética de la exposición violenta. En este soporte, la imagen es una foto del lugar del hecho o una infografía que ilustra cómo o dónde se cometió la victimización, y el relato es con la palabta. Como única retórica para relatar el delito, el sensacionalismo adquiere un valor casi argumentativo. Los relatos sobre el crimen en algún punto deben interpretarse como los relatos sobre el deterioro de las relaciones sociales. Con la pretensión de resguardar la salud social de la población y afianzar la democratización, son sin embargo la noticia para la fragmentación, la instalación de denuncia y la duda sobre las instituciones y una propuesta de mayor vigilancia y represión.
            En el contexto de la crisis de los modelos de representatividad tradicionales y el estado de incertidumbre y de riesgos globales, los verosímiles informativos difunden imágenes de la amenaza con argumentos que defienden el orden y que se sustentan en discursos sociales en circulación que exacerban las diferencias, agudizan una renovada lucha de clases y establecen el disenso como antisocial y hasta antipatriótico. Hay una relativa coincidencia en los relatos, por tanto, no hay crisis de verosimilitud en los mensajes mediáticos, que acuerdan con los discursos de sectores hegemónicos conservadores.

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