13.5.13

Fiske - Los estudios culturales británicos y la televisión

El autor comienza señalando que el concepto de cultura no tiene un énfasis estético, sino político, ya que es definida como un modo de vivir dentro de la sociedad industrial.
Así, los estudios culturales se refieren a la generación y circulación de sentido en las sociedades industriales.
Tal es el caso de las investigaciones surgidas en el Centro de Estudios Culturales Contemporáneos de la Universidad de Birmingham (CCCS), cuyos trabajos de Stuart Hall y Raymond Williams retoman conceptos de Gramsci y adquieren una veta a veces estructuralista, otras etnográfica.
Estos estudios demuestran cómo la estructura social es reproducida y, a la vez, resistida por la experiencia social. Fiske creía que el productor de diferencia social más importante en las sociedades industriales de su época era el género. Para él, los medios y el lenguaje juegan un rol fundamental en la constante construcción de la subjetividad.
La interpretación es un proceso por el cual el lenguaje identifica y construye una posición social para el destinatario. De todas formas, los textos contienen un potencial de sentidos que pueden ser activados, es decir, se presta a una polisemia.

Tontos culturales

Fiske repasa los estudios de Morley, Williams y Angela Mc Robbie. Ésta última realizó un estudio sobre el consumo de películas como Flashdance en el que se contrasta una mirada simplista que considera al cuerpo femenino como objeto de placer masculino y una mirada más compleja que encuentra en las adolescentes un conjunto de sentidos atribuidos a la danza y la sexualidad femenina como contestación y lucha contra la hegemonía patriarcal.
Esto permite dar cuenta de los sentidos que las subculturas subordinadas construyen en la resistencia a lo dominante. Creer linealmente que hay un sentido único posible para cada producto cultural sería tratar a los consumidores como "tontos culturales", según lo denominó Stuart Hall.
Pensar que los videoclips de Madonna sólo reproducen las estructuras del patriarcado es no tenerlos en cuenta como un posible lugar de resistencia femenina contra el control patriarcal. Por eso, desde la etnografía se verá qué sentidos construyen las adolescentes de la figura de Madonna.
Lo que descubrieron muchas investigaciones es que las adolescentes consideran que la sexualidad de repostería de Madonna es aceptable porque refleja los problemas para establecer una identidad sexual satisfactoria dentro de una ideología opresiva.
Por ejemplo, el uso que Madonna hace de la iconografía religiosa en sus videoclips no es religioso porque no lo hace ni para sostener ni atacar el rol de la cristiandad en el capitalismo. Más bien intenta disfrutar de ese uso, ganarlo para los sentidos y el placer que tienen para ella y no para la ideología dominante.
La parodia que hace de la mujer también puede servir para interrogar a la ideología dominante sobre el lugar de la mujer en la estructura social. Vestirse y maquillarse de forma llamativa es una forma de romper con la manera en que son construidos los estereotipos en el capitalismo patriarcal.

Democracia cultural

La televisión es una moneda de cambio social: algo de qué hablar en la escuela, el café o en el trabajo.
Los análisis culturales de la televisión tienen en cuenta tres niveles distintos: el primero está constituido por los textos primarios proyectados en la pantalla, por ejemplo una telenovela. El segundo nivel está constituido por todas las revistas y publicidades que hablan de esa telenovela.
Un tercer nivel estaría compuesto por todas las conversaciones que los televidentes pueden tener sobre esa telenovela en la vida cotidiana. Este es un lugar en el que la gente maneja sus propios sentidos de los contenidos mediatizados, por lo que constituye, para Fiske, una democracia cultural.


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