1- La etnometodología.
¿Cómo puede ser que
una pequeña porción de interacción cotidiana y una simple frase no muestren
sólo la adhesión a normas de comportamiento, sino que desempeña también estas
otras importantes funciones?
Especialmente porque el contexto y el lenguaje, la escena social y la acción, se determinan recíprocamente,
están conectadas entre sí. Reciprocidad y provincias de la realidad son dos temas presentes en la
etnometodología, a la que está dedicada este capítulo. Garfinkel es el fundador
de tal corriente sociológica.
“Metodología”
en “etnometodología”, indica un tema, un conglomerado de datos, más que un
aparto científico. En este sentido, los jurados muestran poseer, en cuentos a
los miembros de la sociedad, los métodos para manifestar, reclamar, hacer
observar la competencia necesaria en la vida cotidiana.
En la palabra etnometodología
el término “etno” se refiere a la disponibilidad que un sujeto tiene de
conocimientos de sentido común sobre su sociedad: la metodología en cambio,
está compuesta por las prácticas y por sus propiedades formales, por su
conocimiento del sentido común, por el razonamiento práctico. La etnometodología es el estudio de
los modos en que se organiza el conocimiento que los individuos tiene de los
cursos de acción normales, de sus asuntos habituales, de los escenarios
acostumbrados. La “metodología” que todo miembro social posee como
fundamento de la propia competencia,
está compuesta por las prácticas comunes
con las que las propiedades racionales de la vida cotidiana y del sentido común permanecen como susceptibles de
observación y se hacen objetos de informe.
(por lo hablado, esto último puede ser
relacionado con la def. de cultura de Williams)
2- Los hechos sociales como
realizaciones prácticas:
La
etnometodología indica el estudio, de la actuación práctica de la vida
cotidiana y los fenómenos, problemas, resultados y métodos que acompañan el uso
de tal actuación. Los siguientes puntos caracterizan el estudio ETN
1)
La ETN se propone analizar cualquier
coyuntura social (ritos, por ej.)
2)
Toda observación sobre la racionalidad del
comportamiento en la vida cotidiana no es sino una glosa acerca de fenómenos de
organización sobre conjuntos de prácticas realizadas por los sujetos.
3)
Toda propiedad “racional” de la acción, todo
aspecto del sentido de una actividad, de su factibilidad, objetividad, explicabilidad,
de su comunicabilidad, es considerada como una realización contingente de
prácticas comunes organizadas socialmente.
4)
La ETN propone la hipótesis de que cada
situación social ha de ser considerada como autoorganizada en cuanto al
carácter inteligible de sus propias apariencias.
5)
Una constante realización de las actividades
organizadas de la vida cotidiana es la de demostrar la racionalidad y
comprensibilidad de las expresiones y de
las acciones indexicales ( es decir, específicas de un contexto). También, para
los ETN –como para Goffman- el centro del análisis es la vida cotidiana, pero
esta vez observada a partir de los modos, los métodos con los cuales se
construye un escenario de sentido común, un ámbito social cuyos caracteres son
los de una realidad preexistente, dada, indiscutible.
Lo que diferencia el estudio
etnometodológico de otras (micro)sociologías es que el centro de su
indagación es el proceso con que los miembros sociales producen y sostienen un
sentido de la estructura social en la cual interaccionan. Garfinkel
afirma que el carácter “obvio” y “natural” del mundo social en que los actores
operan, es el resultado de prácticas sociales difundidas que constituyen el
elemento esencial de la competencia de sujetos socialmente educados. Estamos
habituados a dar por descontado un cierto número de conocimientos, asunciones,
razonamientos, “cosas que todos saben”, patrimonio común, enciclopedia difusa
en la que se puede confiar: no es necesario una ulterior atención o reflexión,
precisamente porque todo ello supone ya un instrumento inmediato, al alcance,
para la interacción y actuación en el mundo, sin que cada vez haya que volver a
poner todo en discusión.
Uno de los procedimientos usados por
Garfinkel para explicitar el papel de las asunciones de sentido común empleadas
en la vida cotidiana, es el de obstaculizar, romper las prácticas y las
expectativas que implícitamente, automáticamente, ejecutamos y planteamos para
hacer comprensibles las escenas de interacción. Convertir en extraño situaciones
que en otro modo pasarían desapercibidas se subraya los procedimientos con los
cuales se sostiene la “normalidad”, la “realidad” del mundo social en que se
actúa.
3-
Lo que todos saben:
El mundo de la vida cotidiana conocido en
común con otros y en conjunto con ellos dado por descontado, representa la
escena de un orden social y moral en que el individuo se coloca. El análisis
etnom. De los conocimientos del sentido común y de la actitud natural trata de
describir el punto de vista del sujeto, su percepción de la realidad social:
“el elemento crucial y más sutil del mundo cotidiano dado por descontado es el
hecho de que éste se dé por descontado” (el sentido común se da por
descontado). Se interroga la evidencia.
Lo que cuenta, no son
las interacciones y sus momentos (como para Goffman), sino todo ese conjunto
pre- científico que hace reconocible, familiar, un escenario social y lo que en
él sucede. Es un (micro)sociología que se concreta sobre el equipaje de
conocimientos y operaciones mínimas elementales, primarias, originadas que es
necesario llevar a cambio en todo intercambio social.
La etnometodología es así el estudio de los
conocimientos de sentido- común que usamos en las prácticas cotidianas,
incluidos los resúmenes, las explicaciones, las glosas con que reconstruimos la
racionalidad de tales prácticas. Por actitud natural, Garfinkel, entiende el
“mundo del sentido común”, el mundo cotidiano como es conocido y visto por el
sujeto en el alcance de los fines prácticos de sus acciones: éste no se
presenta como un contexto trasparente en
su totalidad... (pág. )
Los sujetos asumen un común esquema
compartido de comunicación.
Cuando
un acontecimiento, acción estudio, se presenta como “conocido en común con los
otros”, pertenece en consecuencia a “lo
que todos saben”, se funda sobre algunos presupuestos (válidos hasta haber
pruebas en contra) que constituye las caracteres decisivos de los
acontecimientos del mundo del sentido común.- Garfinkel.
Frente
a la ruptura de la actitud natural, el sujeto puede asumir otro actitud para
restablecer la “cotidianeidad de los acontecimientos”: “puede” redefinir la
realidad social, cambiar las reglas de juego, estableciendo unas nuevas.
Evidentemente hay algunas dificultades,
por ej. Que el proceso de redefinición debe ser llevado a cabo en
coordinación y de acuerdo con otros, que requiere un cierto tiempo y que el
sujeto debe suponer y asumir la existencia de una validez consensual de la
nueva realidad así redefinida.
3.1 La reflexividad:
La
reflexividad es una práctica cotidiana: esto significa - desde el punto de
vista etnom.- que el uso cotidiano, normal, del lenguaje, representa,
inevitablemente, y al mismo tiempo, tanto una descripción de las escenas de
interacción social como un elemento de estas mismas escenas que aquel consigue
ordenar. Un enunciado no “transmite” sólo
una cierta información, sino que al mismo tiempo crea un contexto en el cual la
información misma puede aparecer.
El conocimiento del sentido común de los hechos
de la vida social es para los miembros de la sociedad un conocimiento
institucionalizado del mundo real.
3.2 La indexicalidad:
En el uso común y cotidiano del lenguaje,
algunos términos dependen para su significado de la situación específica en que
son empleados. Personas, sucesos, hechos, procesos, son así indicados e
identificados con relación a un tema particular, enunciado en circunstancias
precisas.
Estos
tienen en comun la propiedad de definirse en relación con la situación en la
que se producen, es decir, bajo la dependencia del yo que en ella se enuncia.
Este
problema lingüístico se conoce como el aspecto de la enunciación en el
lenguaje, y esto términos se denominan deícticos:
Garfinkel, introduce esta problemática en la orientación sociológica con el
término de indexicalidad. La naturaleza indexical del discurso indica
que éste está marcado por las referencias de persona, espacio y tiempo que la
sitúan en un contexto. La indexicalidad, según Garfinkel, constituye uno de
los mayores obstaculos que la elaboración metodológica es sociología está
obligada a superar. El hecho crucial
(para la etnom.) es que la naturaleza indexical del discurso común y de las
prácticas cotidianas es ineludible e ineliminable: cualquier actividad, acción,
o discurso es una actividad situada, es decir, realizada en un contexto cuyo
significado es descriptible, relatable, demostrable, exhibible solamente
mediante el uso de elementos indexicales.
Lo que nos interesa
es cómo los componentes de las diversas organizaciones usan las ideas y el
lenguaje de la racionalidad para encontrar y describir el carácter más o menos
ordenado de esos ambientes organizados en los que actúan.
La
indexicalidad no es así una fastidiosa imperfección del lenguaje, por lo demás
irrelevante respecto al funcionamiento social, sino más bien, un elemento que
caracteriza profundamente el trabajo de construcción de la realidad social
llevado a cabo por los sujetos.
4.¿Qué
orden social?
A
la luz de los conceptos de reflexividad y de indexicalidad ¿cómo se configura la
relación entre comportamiento social y normas? Es fácil observa en la realidad
cotidiana cómo la coherencia y el orden de la interacciones son elementos que
los sujetos continuamente sostienen, explican, demuestran (...)
La
referencia a reglas se puede ver, como un método de sentido común para explicar
o hacer accesibles al razonamiento las características ordenadas de las
actividades cotidianas, método con el que estas actividades pueden ser
interpretadas como ordenadas en algún aspecto.
(...)
hay un continuo trabajo de adaptación, ajuste e interpretación del significado
y de las prescripciones de la regla a la situación actual. Más que ser
aplicadas las reglas son invocadas (...) en cada situación particular, adaptar
la norma, interpretarla para acerla operativa y para usarla con el fin de
realizar comportamientos descriptibles como coherentes.
El orden social es, por tanto, un “orden
descrito”, una “regla declarada”, es en definitiva, el sentido en que un orden
y una regla han sido seguidos al verificarse ciertos comportamientos: no es un
“orden encontrado”, sino más bien “realizado”.
4.1 Los
procedimientos “ad hoc”
En
este cuadro de fondo se insertan algunos procedimientos para reconocer y usar
las reglas: se trata de prácticas de ad hocing y del etcétera.
El
uso competente de una regla (o conjunto de reglas) se basa sobre la capacidad
del sujeto de identificar qué acciones particulares son necesarias en
circunstancias específicas para proporcionar el normal reproducirse de un
“normal” estado de cosas.
Los procedimientos ad hoc fundan en este
sentido, no sólo la posibilidad de negociar la aplicabilidad de la regla, sino
también la salvaguardia de su definición formal en presencia de una
no-aplicación sustancial. (...) describen el modo en que se reconoce la
existencia de una norma y su significado. (sirven cuando hay quiebre en lo
establecido, funcionan igual que reflexividad, afirman el sentido común.)
4.2 La cláusula del
etcétera.
La
consistencia y relevancia de la regla del etcétera está generalizada y
caracteriza el orden social, en cuanto conjunto de actividades gobernadas por
reglas.
La
regla de etcétera consiste en una especie de regla suplementaria que completa
todo enunciación de las reglas válidas en una cierta situación (...) es una especie
de acuerdo sobre el acuerdo.
Los
miembros competentes (...) reconocen y emplean formas normales en las
interacciones cotidianas, partiendo del presupuesto de que existe un sistema
normalizada y común de señales y reglas
de codificación, y que toda comunicación se inserta en un corpus de
conocimientos comunes (lo que sabe cada uno).
5.
Prácticas de glosa:
(...) montaje de prácticas mediante
las cuales los locutores, en las situaciones contingentes de discurso,
significan algo distinto de aquello que ellos mismos pueden decir con ese
número de palabras, es decir, como prácticas de glosa.
(...)
articular una actividad significa a la vez integrarla a una descripción, en un
comentario que la pone en relación con algún tipo de regla.
A
través de las prácticas de glosa, los resúmenes, las explicaciones, el interés
de la etnom.se centra sobre los modos en que los sujetos afirman, reconocen y
negocian la existencia de reglas y de normas sociales, de propiedades ordenadas
de las acciones situadas socialmente.
La actuación social es siempre
acción relatada, explicada, justificada, glosada. Para la etnometodología, este
fenómeno no coincide con las motivaciones internas de los sujetos o con su punto de vista sobre la acción, sino
que constituye en cambio el conjunto de los métodos compartidos
socialmente ( que forman la competencia social de las personas) con que
se construye el sentido de la realidad social.
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