14.5.13

Wolf - Harold Garfinkel, o la evidencia no se cuestiona

1- La etnometodología.
¿Cómo puede ser que una pequeña porción de interacción cotidiana y una simple frase no muestren sólo la adhesión a normas de comportamiento, sino que desempeña también estas otras importantes funciones? 
Especialmente porque el contexto y el lenguaje, la escena social  y la acción, se determinan recíprocamente, están conectadas entre sí. Reciprocidad y provincias  de la realidad son dos temas presentes en la etnometodología, a la que está dedicada este capítulo. Garfinkel es el fundador de tal corriente sociológica.
“Metodología” en “etnometodología”, indica un tema, un conglomerado de datos, más que un aparto científico. En este sentido, los jurados muestran poseer, en cuentos a los miembros de la sociedad, los métodos para manifestar, reclamar, hacer observar la competencia necesaria en la vida cotidiana.
En la palabra etnometodología el término “etno” se refiere a la disponibilidad que un sujeto tiene de conocimientos de sentido común sobre su sociedad: la metodología en cambio, está compuesta por las prácticas y por sus propiedades formales, por su conocimiento del sentido común, por el razonamiento práctico. La etnometodología es el estudio de los modos en que se organiza el conocimiento que los individuos tiene de los cursos de acción normales, de sus asuntos habituales, de los escenarios acostumbrados. La “metodología” que todo miembro social posee como fundamento de la propia competencia, está compuesta por las prácticas comunes con las que las propiedades racionales de la vida cotidiana y del sentido común permanecen como susceptibles de observación y se hacen objetos de informe.
(por lo hablado, esto último puede ser relacionado con la def. de cultura de Williams)

2- Los hechos sociales como realizaciones prácticas:
            La ETN. Tiene como objeto de estudio empírico las  actividades prácticas, las circunstancias de cada día, el razonamiento sociológico que habitualmente  desplegamos en los asuntos ordinarios: reserva para las actividades más comunes de la vida cotidiana la atención normalmente concedida a los sucesos extraordinarios. (Garfinkel). El interés de la etnometodología es poner en el candelero “las estructuras formales de las actividades comunes”. El etnometodólgo  ve y trata de ver los proceso mediante los cuales se crean y se sostiene de manera constante las características (percibidas como estables) de los escenarios socialmente organizados. Analiza las prácticas y los modos en que los individuos construyen la estabilidad, normalidad y continuidad de su mundo social, de la realidad de la vida cotidiana. La etnometodología se presenta como un viaje por el mundo del sentido común. 
            La etnometodología indica el estudio, de la actuación práctica de la vida cotidiana y los fenómenos, problemas, resultados y métodos que acompañan el uso de tal actuación. Los siguientes puntos caracterizan el estudio ETN
1)    La ETN se propone analizar cualquier coyuntura social (ritos, por ej.)
2)    Toda observación sobre la racionalidad del comportamiento en la vida cotidiana no es sino una glosa acerca de fenómenos de organización sobre conjuntos de prácticas realizadas por los sujetos.
3)    Toda propiedad “racional” de la acción, todo aspecto del sentido de una actividad, de su factibilidad, objetividad, explicabilidad, de su comunicabilidad, es considerada como una realización contingente de prácticas comunes organizadas socialmente.
4)    La ETN propone la hipótesis de que cada situación social ha de ser considerada como autoorganizada en cuanto al carácter inteligible de sus propias apariencias.
5)    Una constante realización de las actividades organizadas de la vida cotidiana es la de demostrar la racionalidad y comprensibilidad de las expresiones  y de las acciones indexicales ( es decir, específicas de un contexto). También, para los ETN –como para Goffman- el centro del análisis es la vida cotidiana, pero esta vez observada a partir de los modos, los métodos con los cuales se construye un escenario de sentido común, un ámbito social cuyos caracteres son los de una realidad preexistente, dada, indiscutible.

Lo que diferencia el estudio etnometodológico de otras (micro)sociologías es que el centro de su indagación es el proceso con que los miembros sociales producen y sostienen un sentido de la estructura social en la cual interaccionan. Garfinkel afirma que el carácter “obvio” y “natural” del mundo social en que los actores operan, es el resultado de prácticas sociales difundidas que constituyen el elemento esencial de la competencia de sujetos socialmente educados. Estamos habituados a dar por descontado un cierto número de conocimientos, asunciones, razonamientos, “cosas que todos saben”, patrimonio común, enciclopedia difusa en la que se puede confiar: no es necesario una ulterior atención o reflexión, precisamente porque todo ello supone ya un instrumento inmediato, al alcance, para la interacción y actuación en el mundo, sin que cada vez haya que volver a poner todo en discusión.

      Uno de los procedimientos usados por Garfinkel para explicitar el papel de las asunciones de sentido común empleadas en la vida cotidiana, es el de obstaculizar, romper las prácticas y las expectativas que implícitamente, automáticamente, ejecutamos y planteamos para hacer comprensibles las escenas de interacción. Convertir en extraño situaciones que en otro modo pasarían desapercibidas se subraya los procedimientos con los cuales se sostiene la “normalidad”, la “realidad” del mundo social en que se actúa.

3- Lo que todos saben:
            El mundo de la vida cotidiana conocido en común con otros y en conjunto con ellos dado por descontado, representa la escena de un orden social y moral en que el individuo se coloca. El análisis etnom. De los conocimientos del sentido común y de la actitud natural trata de describir el punto de vista del sujeto, su percepción de la realidad social: “el elemento crucial y más sutil del mundo cotidiano dado por descontado es el hecho de que éste se dé por descontado” (el sentido común se da por descontado). Se  interroga la evidencia.
            Lo que cuenta, no son las interacciones y sus momentos (como para Goffman), sino todo ese conjunto pre- científico que hace reconocible, familiar, un escenario social y lo que en él sucede. Es un (micro)sociología que se concreta sobre el equipaje de conocimientos y operaciones mínimas elementales, primarias, originadas que es necesario llevar a cambio en todo intercambio social.
            La etnometodología es así el estudio de los conocimientos de sentido- común que usamos en las prácticas cotidianas, incluidos los resúmenes, las explicaciones, las glosas con que reconstruimos la racionalidad de tales prácticas. Por actitud natural, Garfinkel, entiende el “mundo del sentido común”, el mundo cotidiano como es conocido y visto por el sujeto en el alcance de los fines prácticos de sus acciones: éste no se presenta  como un contexto trasparente en su totalidad... (pág. )
            Los sujetos asumen un común esquema compartido de comunicación.

            Cuando un acontecimiento, acción estudio, se presenta como “conocido en común con los otros”, pertenece en consecuencia a  “lo que todos saben”, se funda sobre algunos presupuestos (válidos hasta haber pruebas en contra) que constituye las caracteres decisivos de los acontecimientos del mundo del sentido común.- Garfinkel.

            Frente a la ruptura de la actitud natural, el sujeto puede asumir otro actitud para restablecer la “cotidianeidad de los acontecimientos”: “puede” redefinir la realidad social, cambiar las reglas de juego, estableciendo unas nuevas. Evidentemente hay algunas dificultades,  por ej. Que el proceso de redefinición debe ser llevado a cabo en coordinación y de acuerdo con otros, que requiere un cierto tiempo y que el sujeto debe suponer y asumir la existencia de una validez consensual de la nueva realidad así redefinida.

3.1 La reflexividad:
            La reflexividad es una práctica cotidiana: esto significa - desde el punto de vista etnom.- que el uso cotidiano, normal, del lenguaje, representa, inevitablemente, y al mismo tiempo, tanto una descripción de las escenas de interacción social como un elemento de estas mismas escenas que aquel consigue ordenar. Un enunciado no “transmite” sólo una cierta información, sino que al mismo tiempo crea un contexto en el cual la información misma puede aparecer.
            El  conocimiento del sentido común de los hechos de la vida social es para los miembros de la sociedad un conocimiento institucionalizado del mundo real.

3.2 La indexicalidad:
            En el uso común y cotidiano del lenguaje, algunos términos dependen para su significado de la situación específica en que son empleados. Personas, sucesos, hechos, procesos, son así indicados e identificados con relación a un tema particular, enunciado en circunstancias precisas.
            Estos tienen en comun la propiedad de definirse en relación con la situación en la que se producen, es decir, bajo la dependencia del yo que en ella se enuncia.
            Este problema lingüístico se conoce como el aspecto de la enunciación en el lenguaje, y esto términos se denominan deícticos: Garfinkel, introduce esta problemática en la orientación sociológica con el término de indexicalidad. La naturaleza indexical del discurso indica que éste está marcado por las referencias de persona, espacio y tiempo que la sitúan en un contexto. La indexicalidad, según Garfinkel, constituye uno de los mayores obstaculos que la elaboración metodológica es sociología está obligada a superar. El hecho crucial (para la etnom.) es que la naturaleza indexical del discurso común y de las prácticas cotidianas es ineludible e ineliminable: cualquier actividad, acción, o discurso es una actividad situada, es decir, realizada en un contexto cuyo significado es descriptible, relatable, demostrable, exhibible solamente mediante el uso de elementos indexicales.
            Lo que nos interesa es cómo los componentes de las diversas organizaciones usan las ideas y el lenguaje de la racionalidad para encontrar y describir el carácter más o menos ordenado de esos ambientes organizados en los que actúan.
            La indexicalidad no es así una fastidiosa imperfección del lenguaje, por lo demás irrelevante respecto al funcionamiento social, sino más bien, un elemento que caracteriza profundamente el trabajo de construcción de la realidad social llevado a cabo por los sujetos.

4.¿Qué orden social?
            A la luz de los conceptos de reflexividad y de indexicalidad ¿cómo se configura la relación entre comportamiento social y normas? Es fácil observa en la realidad cotidiana cómo la coherencia y el orden de la interacciones son elementos que los sujetos continuamente sostienen, explican, demuestran (...)
            La referencia a reglas se puede ver, como un método de sentido común para explicar o hacer accesibles al razonamiento las características ordenadas de las actividades cotidianas, método con el que estas actividades pueden ser interpretadas como ordenadas en algún aspecto.
            (...) hay un continuo trabajo de adaptación, ajuste e interpretación del significado y de las prescripciones de la regla a la situación actual. Más que ser aplicadas las reglas son invocadas (...) en cada situación particular, adaptar la norma, interpretarla para acerla operativa y para usarla con el fin de realizar comportamientos descriptibles como coherentes.
            El orden social es, por tanto, un “orden descrito”, una “regla declarada”, es en definitiva, el sentido en que un orden y una regla han sido seguidos al verificarse ciertos comportamientos: no es un “orden encontrado”, sino más bien “realizado”.

4.1 Los procedimientos “ad hoc
            En este cuadro de fondo se insertan algunos procedimientos para reconocer y usar las reglas: se trata de prácticas de ad hocing y del etcétera.
            El uso competente de una regla (o conjunto de reglas) se basa sobre la capacidad del sujeto de identificar qué acciones particulares son necesarias en circunstancias específicas para proporcionar el normal reproducirse de un “normal” estado de cosas.
            Los procedimientos ad hoc fundan en este sentido, no sólo la posibilidad de negociar la aplicabilidad de la regla, sino también la salvaguardia de su definición formal en presencia de una no-aplicación sustancial. (...) describen el modo en que se reconoce la existencia de una norma y su significado. (sirven cuando hay quiebre en lo establecido, funcionan igual que reflexividad, afirman el sentido común.)

4.2 La cláusula del etcétera.
            La consistencia y relevancia de la regla del etcétera está generalizada y caracteriza el orden social, en cuanto conjunto de actividades gobernadas por reglas.
            La regla de etcétera consiste en una especie de regla suplementaria que completa todo enunciación de las reglas válidas en una cierta situación (...) es una especie de acuerdo sobre el acuerdo.

            Los miembros competentes (...) reconocen y emplean formas normales en las interacciones cotidianas, partiendo del presupuesto de que existe un sistema normalizada  y común de señales y reglas de codificación, y que toda comunicación se inserta en un corpus de conocimientos comunes (lo que sabe cada uno).


5. Prácticas de glosa:

            (...) montaje de prácticas mediante las cuales los locutores, en las situaciones contingentes de discurso, significan algo distinto de aquello que ellos mismos pueden decir con ese número de palabras, es decir, como prácticas de glosa.
            (...) articular una actividad significa a la vez integrarla a una descripción, en un comentario que la pone en relación con algún tipo de regla.
            A través de las prácticas de glosa, los resúmenes, las explicaciones, el interés de la etnom.se centra sobre los modos en que los sujetos afirman, reconocen y negocian la existencia de reglas y de normas sociales, de propiedades ordenadas de las acciones situadas socialmente.
            La actuación social es siempre acción relatada, explicada, justificada, glosada. Para la etnometodología, este fenómeno no coincide con las motivaciones internas de los sujetos  o con su punto de vista sobre la acción, sino que constituye en cambio el conjunto de los métodos compartidos socialmente ( que forman la competencia social de las personas) con que se construye el sentido de la realidad social.

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