14.5.13

Martini y Gobbi - Agenda pública y agenda de los medios

Agenda de la sociedad, agenda pública
Agendar un tema implica reconocer su importancia, jerarquizarlo como una cuestión a ser tratada en algún momento en el futuro.

Agenda pública/agendas sociales à conjutno de problemáticas o temas que preocupan y se discuten en una sociedad o un vasto sector de ella y sobre los que se ha instalado un estado de opinión.
Para agendar un tema, se necesita información previa sobre él, que puede provenir de los medios masivos de comunicación, de la experiencia directa de los sujetos, de relatos no massmediatizados de terceros.
Agenda-setting à hipótesis de Donald Shaw y Maxwell Mc Combs para abordar el estudio sobre la capacidad de los medios de influir en el relieve de los acontecimientos en la mente pública. Como consecuencia de la acción de los medios de información, el público es conciente o ignora, presta atención o descuida, enfatiza o pasa por alto, elementos específicos de los escenarios públicos. El objeto de estudio de la hipótesis de la “agenda-setting” es el efecto acumulativo del énfasis que pone la prensa sobre algunos temas.

Los autores proponen tres tipos de agenda que pretenden estudios con foco en:
- media agenda-setting à agenda noticiosa de los medios
- public agenda-setting à focalizan los temas con relación al público
- policy agenda-setting à se ocupan de los órganos del gobierno o funcionarios públicos.
No obstante, sería más acertado hablar de una agenda-setting process donde todos estos agentes juegan roles activos.

Agenda de los medios
Los medios informativos trabajan a partir del armado de agendas en las que operan criterios de selección y construcción de la información. La media agenda-setting es el listado de los temas que los medios jerarquizan como relevantes y noticiables en cada edición de su oferta informativa al público. El énfasis suele traducirse comúnmente como la aparición de un tema en tapa o en un sector desatacado de una página, en el centimetraje que se le dedica, el tipo de titulación y de imágenes, y en las formas discursivas en que son enunciadas. Este énfasis se completa en la sucesión temporal, o sea en la constitución de la información como una serie que puede durar varios días o semanas, y que permite que se la retome, en otro momento, bajo el supuesto de que es un tema instalado en el debate público. Se puede afirmar que la agenda se propone como una peculiar visión del mundo, a través de la jerarquización y el ordenamiento de la realidad que efectúa cada uno de los medios.
La agenda de un medio depende de los criterios de noticiabilidad  que funcionan en ese medio, es decir, de los valores que se ponen en juego a la hora de decidir qué es noticia y por qué. Un acontecimiento es noticia cuando existe un cambio en una cadena de acontecimientos. El cambio puede ser imprevisto o previsible. También actúan su gravedad, sus consecuencias futuras, su novedad, improbabilidad, incompresibilidad. La noticia concierne a un lector amplio de la población que se relaciona con ella porque se siente implicado, afectado, interesado o identificado. El personaje puede ser colectivo, conocido o anónimo.
La agenda se relaciona especialmente con el contrato o pacto de lectura (Verón) que cada medio propone a su público. Tiene que ver con las modalidades de enunciación que utiliza para construir la información.
Ejemplo de Crónica.

Discusiones acerca de la formalización de la agenda
La hipótesis de la agenda-setting plantea una relación directa y causal entre la agenda de los medio y la agenda de la opinión pública. Implica también que las noticias nos dicen sobre qué se debe pensar y cómo se debe pensar, al operar sobre un recorte particular de la realidad.
Esta afirmación es muy problemática. Establecer un marco exclusivamente mediático a la hora de evaluar el desarrollo de la opinión pública puede llevar a ignorar los circuitos de comunicación no massmediatizada, social y aquellas matrices culturales previas al surgimiento de los medios de comunicación, sobre las cuales, en muchos casos, éstos se asientan.
Si se trabaja con la idea de la agenda como un proceso social continuo es posible sostener que la agenda mediática se arma, en realidad, en un ida y vuelta entre los medios y el público. 

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