El uso de la lengua se lleva a cabo en forma
de enunciados (orales y escritos) concretos y singulares que pertenecen a los
participantes de la praxis humana.
Cada enunciado es individual, pero cada
esfera del uso de la lengua elabora sus tipos relativamente estables de
enunciados a los que denomina géneros discursivos.
Los géneros discursivos secundarios
(complejos) surgen en condiciones de la comunicación cultural más compleja,
relativamente más desarrollada y organizada (principalmente escrita).
Los géneros primarios que forman parte de los
géneros complejos se transforman dentro de los últimos y adquieren un carácter
especialà pierden su relación inmediata con la realidad y con los enunciados
reales de otros.
Todo enunciado puede poseer un estilo
individual.
El oyente al percibir y comprender el
significado (lingüístico del discurso) simultáneamente toma con respecto a éste
una activa postura de respuestaà está o no está de acuerdo con el
discurso, lo completa, lo aplica, se prepara para una acción, etc.
El deseo de hacer comprensible un discurso es
tan solo un momento abstracto del concreto y total proyecto discursivo del
hablante.
Todo enunciado posee un principio absoluto y
un final absolutoà antes del comienzo están los enunciados de otro y después del final
están los enunciados respuesta de los otros.
El contexto de una oración viene a ser el
contexto del discurso de un mismo sujeto hablante, la oración no se relaciona
inmediatamente y por sí misma con el contexto de la realidad extraverbal
(situación ambiente) y con los enunciados de otros ambientes, sino que se
vincula a ellos a través de todo el contexto verbal que la rodea, es decir, a
través del enunciado en su totalidad.
El primero (y más importante) criterio de la
conclusividad del enunciado es la posibilidad de ser contestado.
Dentro de los géneros, la palabra adquiere
cierta expresividad típica.
Los géneros corresponden a las situaciones
típicas de la comunicación discursiva, a los temas típicos y, por lo tanto, a
algunos contactos típicos de las significaciones de las palabras con la
realidad concreta en sus circunstancias típicas.
Al hablar siempre tomo en cuenta el fondo
apercitivo de mi discurso que posee mi destinatario: hasta que punto conoce la situación,
si posee o no conocimientos específicos de la esfera comunicativa cultural, cuáles
son sus simpatías y apatías todo esto terminara la activa comprensión –
respuesta con que el reaccionará a mi enunciado. El hecho de prefigurar al
destinatario y su reacción de respuesta a menudo presenta muchas facetas que
aportan un dramatismo especial al
enunciado.
BATESON, GREGORY (1955) “UNA TEORÍA DEL JUEGO Y LA
FANTASÍA”.
Teoría del doble vínculo (Bateson)à consiste en ver la esquizofrenia
infantil en una red de relaciones contradictorias entre la madre y el hijo.
El pequeño balinés esta sometido en
sus interacciones con los adultos a un régimen de “duchas frías” que le
conducirá a retirarse, a evitar el contacto con el mundo adulto.
El repliegue es una insensibilidad
emocional total del niño hacia los adultos.
La paradoja es ver cómo se resuelven estos conflictos cotidianamente (p/e:
la relación amor- odio).
En estos casos están funcionando dos mensajesà uno que
dice que el niño se acerque a la madre // el otro que lo rechaza.
Uno de ellos es de otro tipo lógico, y actúa de marco para el otro
mensaje.
Para Bateson, la comunicación es la matriz en la que
encajan todas las actividades humanas.
Estudia las paradojas de la abstracción en la
comunicaciónà toda comunicación tiene un marco implícito que me ayuda a producir o
interpretar los mensajes.
Metacomunicaciónà se comunican sobre sus comunicaciones.
Emiten y
reciben señales que dicen “esto es un juego”.
Es la relación
entre los hablantes para que sepan lo que están hablando.
La comunicación humana funciona a partir de niveles
de abstracciones:
-
Denotativo:
denota de acuerdo al significado del mensaje
-
Meta comunicación: el sentido del mensaje al intervenir sujetos en un contexto.
Se basa en la relación entre los
hablantes dentro de un marco específico (guiños, señales de que esto es juego)
-
Metalingüístico: el lenguaje que habla del lenguaje.
El problema del esquizofrénico es que no puede
comprender las señales (guiños) meta comunicativas que hacen que el mensaje no
signifique algo literalmente.
BOURDIEU, PIERRE Y WACQUANT, LOÏC J. D.
“INTRODUCCIÓN”.
Lo más trascendente en esta obra es el afán
de trascender perennes antinomias que socavan las estructuras internas de las
ciencias sociales: el conocimiento subjetivista y objetivista, lo simbólico y
lo materialà en fin, el divorcio entre teoría e investigación empírica.
1. Más allá
de la antinomia entre física y social y fenomenología social
Según Bourdie, la tarea de la sociología es
“revelar las estructuras más profundamente ocultas de los diversos mundos
sociales que constituyen el universo social, así como los mecanismos que
tienden a asegurar su transformación o reproducción”.
Las estructuras que lo conforman llevan una
“doble vida”:
-
la primera, en la “objetividad de primer orden”
establecido por la distribución de los recursos materiales,
-
la segunda, en la “objetividad del segundo orden”,
bajo la forma de clasificación, de esquemas mentales y corporales que fungen
como matriz simbólica.
La primera lectura concibe a la sociedad a la
manera de una física social, como una estructura objetiva, aprehendida
desde afuera, cuyas relaciones pueden ser materialmente observadas
independientemente de las representaciones.
La fuerza de este punto de vista objetivista
o “estructuralista” radica en que destruye la ilusión de la transparencia del
mundo social que le permite revelar las “relaciones definidas”.
El principal peligroà tiende a deslizarse desde el
modelo hasta la realidad, a reificar las estructuras tratándolas como agentes
históricos.
El punto de
vista subjetivista o “constructivista” sostiene que la realidad social es obra
contingente e incesante de actores sociales competentes que construyen de
continuo su mundo social a través de las “ingeniosas practicas organizadas de
la vida cotidiana”.
Esta
fenomenología social reconoce la contribución del saber ordinario, confiere
importancia al agente y al sistema de tipificaciones y pertinencias.
Adolece de
dos defectos:
-
concebir las estructuras sociales como un mero producto de agregación de
estrategias y actos de clasificación e individuales,
-
no explica por qué y con qué base se lleva a cabo la producción de la
realidad.
La ciencia total necesita liberarse del
estructuralismo, que envía “de vacaciones” a los agentes, como del
“individualismo”, que sólo los considera bajo la forma truncada de un “’bobo
cultural hipersocializado”.
Son falsas antinomiasà Bourdie los transforma en
“momentos” de un análisis encaminado a restablecer la realidad intrínsecamente
doble del mundo social.
La resultante praxeología social:
-
en un primer momentoà deja de lado las representaciones
ordinarias, construye estructuras objetivas,
-
y en un segundo momentoà reintroduce la experiencia
inmediata con objeto de explicitar (disposiciones, tomas de posición)
2. Luchas de
las clasificaciones y dialéctica de las estructuras mentales y sociales
Los sistemas de clasificación constituyen las
posturas de las luchas que oponen a los individuos.
Bourdie enriquece con una sociología genética
y política de la formación, selección e imposición de los sistemas de
clasificación.
Las estructuras sociales y cognoscitivas
están ligadas recursiva y estructuralmente, y la correspondencia entre ellas
ofrece una garantía sólida de la dominación social.
3. El
relacionismo metodológico
Contra todas las formas, Bourdie proclama la
primacía de las relacionesà lo que constituye la realidad
social, la “materia” de la acción y la estructura, radica en las relaciones.
Rechaza el individualismo metodológico y el
holismo.
Lo característico es el rigor metódico donde
los conceptos habitus y campo designan nudos de las relaciones.
-
un campo esta integrado por un conjunto
de relaciones históricas objetivas entre posiciones ancladas en ciertas formas
de poder,
-
mientras que el habitus alude al conjunto de relaciones
históricas “depositadas” en los cuerpos individuales bajo la forma de esquemas
mentales y corporales de percepción, apreciación y acción.
Bourdie destruye la noción “hueca” de
sociedad, sustituyéndola con la de campo y espacio social.
Una sociedad consiste en un conjunto
de esferas de juego, relativamente autónomas, que no podrían reducirse a una
lógica societal única.
Cada campo prescribe sus valores particulares
y posee sus propios principios regulatorios, que definen los límites donde los
agentes luchan, para modificarlo o conservar sus fronteras.
UN CAMPO ES UN ESPACIO DE CONFLiCTOS Y
COMPETICIÓNà ello confiere un dinamismo que escapa al rígido determinismo del
estructuralismo clásico.
Entonces, ¿qué le confiere forma, que hace
que la vida social sea tan regular?à Parte de la respuesta se
encuentra en el concepto de habitus, que es el principio generador de las
estrategias que permiten a los agentes enfrentar situaciones muy diversas.
El habitus reacciona a las solicitaciones del
campo de una forma sistemática., es un operador de la racionalidad practica,
inmanente al sistema histórico de relaciones, y por ende, que trasciende al
individuo. Las estrategias son sistematicas y ad hoc, en la medida en que son
“desencadenadas”.
Los conceptos habitus y campo son relacionales, sólo funciones a
plenitud el uno en relación con el otro.
4. La lógica
imprecisa del sentido práctico
La filosofía de la acción de Bourdie es
monista: rehúsa a establecer una línea clara de demarcación entre lo externo y
lo interno, lo consciente y lo inconsciente, lo corporal y lo discursivo.
Rechaza
las dualidades de la ontología social cartesianaà la relación entre agente y mundo
es de “complicidad ontológica”.
También
rechaza la alternativa de la sumisión y la resistencia que ha definido la
cuestión de las culturas dominadas.
No es una
concesión deliberada, su raíz se encuentra en la correspondencia inconsciente de
sus habitus y el campo dentro del cual operanà es expresión de la somatización de las relaciones
sociales de dominación”.
5. Contra el
teoricismo y el metodologismo: una ciencia social total
De la concepción relacional y anticartesiana
de su objeto, se deduce que la sociología debe ser una CIENCIA TOTAL:
Tiene que construir “hechos sociales totales” capaces de
restablecer la unidad de la práctica humana.
Se opone a la especialización
científica y al trabajo desmenuzado.
Desconfía del metodologismo y el
teoricismo.
El
metodologismo, que se define como la tendencia de separar la reflexión del
método y a cultivar el método en sí mismo, reduce el problema de la
construcción teórica a una simple manipulación técnica (fetichismo
metodológico, arte por el arte). Se critica su refinamiento irreflexivo.
De otro lado, se opone al trabajo teórico
“para sí”, la institución de la teoría en tanto campo separado, cerrado y autor
referenteà No le interesa una teoría ostentatoria, desprovista de cualquier vínculo
con las realidades y las exigencias prácticas de la investigación, y no es
partidario de la interminable partición y reacomodo de los conceptos.
Bourdie
sostiene que cualquier acto de investigación es a la vez empírico (por abordar
el mundo de los fenómenos observables) y teórico (porque necesariamente plantea
hipótesis relativas a la estructura subyacente de las relaciones que la
observación intenta captar)à Hasta
la más sencilla operación empírica implica elecciones teóricas conscientes o
no.
6. Para
una reflexividad epistémica
Distingue a Bourdie la constante preocupación
por al reflexividad.
Denuncia tres tipos de parcialidad
susceptibles a “oscurecer” la sociología:
1-
concierne al origen y las coordenadas sociales del
investigador
2-
la posición del analista en el microcosmos del campo
académico
3-
la parcialidad intelectualista, que nos orilla a
percibir el mundo como un espectáculo más que como problemas concretos
demandantes de soluciones practicas.
La REFLEXIVIDAD requiere de un análisis y un
control sociológicos permanentes de la práctica.
Una exploración sistemática.
Así, lo que debe ser constantemente sometido
a examen y neutralizado es el inconsciente colectivo científico inscrito en las
teorías, los problemas y las categorías.
De ahí se desprende que el sujeto de la
reflexividad deba en ultima instancia se el campo mismo de las ciencias
sociales.
BOURDIEU, PIERRE (1995) “LA LÓGICA DE LOS CAMPOS”.
Pensar en términos de campo significa pensar en términos de relaciones.
El modo de pensamiento relacional es la marca
distintiva de la ciencia moderna.
Lo que existe en el mundo social son relacionesà no interacciones o vínculos
ínter subjetivos entre agentesà sino relaciones objetivas que
existen “independientemente de la conciencia y la voluntad individuales” (como
dijera Marx).
En términos analíticos, un campo puede
definirse como una red o configuración de relaciones objetivas entre
posiciones.
Estas posiciones se definen, ya sean agentes
o instituciones, por su situación [(situs)
actual y potencial en la estructura de la distribución de las diferentes
especies de poder (o de capital)], y por sus
relaciones objetivas con
las demás posiciones.
En las sociedades altamente diferenciadas, el
cosmos social está constituido por el conjunto de microcosmos sociales
relativamente autónomos, espacios de relaciones objetivas con una lógica y una
necesidad específicas que son irreductibles a las que rigen los demás campos.
P/e: Los campos
artístico, religioso o económico obedecen a lógicas distintas.
En efecto, se puede comparar el campo a un
juego.
Existen cartas válidas y eficientes en todos
los campos (se trata de especies fundamentales de capital) pero su valor
relativo como triunfos varía según los
campos e, incluso, con los estados sucesivos de un mismo campo.
El
valor de una especie de capital depende de la existencia de un campo en el cual
dicho triunfo pueda utilizarse.
Una especie de capital permite ejercer un
poder, una influencia, existir en un determinado campo.
El estado de las relaciones de fuerza entre
los jugadores es lo que define la estructura del campoà la fuerza relativa, la posición,
sus estrategias de juego.
Todo lo que define “su juego” dependen no
solo del volumen y de la estructura de su capital sino también de la evolución
en el tiempo del volumen, su trayectoria social y las disposiciones (habitus)
que son constituidas en la relación prolongada con cierta estructura objetiva
de posibilidades.
También pueden intentar transformar las
reglas inmanentes; se verifican numerosas luchas de este tipo al interior del
campo de poder, en particular sobre los recursos políticos y económicos del
Estado.
§ ¿Cómo
se determina la existencia de un campo y sus fronteras?
La cuestión de los límites del campo siempre
se plantea dentro del campo mismo y no admite ninguna respuesta a priori.
Los participantes en un campo procuran
diferenciarse de sus rivales más cercanos y excluir a una parte de sus colegas
actuales o potenciales.
Así, las fronteras del campo no pueden
determinarse sino en la investigación
empírica.
Rara vez toman la forma de fronteras
jurídicas, aunque los campos siempre conllevan barreras de ingreso tácitas o
institucionalizadas.
Los límites se
encuentran en el punto en el cual terminan los efectos de campo.
Debemos
intentar medir en cada caso el punto en que estos efectos estadísticamente
detectables disminuyen o se anulan.
En el trabajo
de investigación empírica, estudiando cada uno de estos universos, determinando
cómo son constituidos concretamente, en dónde terminan, quiénes forman parte y
quiénes son excluidos de ellos, y si realmente constituyen un campo.
§ ¿Cuáles
son los motores del funcionamiento y el cambio del campo?
El principio de dinámica de un campo radica
en la particular configuración de su estructura, en las distancias o los
intervalos que separan a las diferentes fuerzas específicas que se enfrentan
dentro del mismo.
Las fuerzas que son activas en el campo son
aquéllas que definen el capital específico.
En tanto campo de fuerzas actuales y
potenciales, es igualmente campo de luchas por la conservación o transformación
de la configuración de dichas fuerzas.
Las estrategias de los agentes dependen de su
posición, así como su punto de vista sobre el campo como vista tomada a partir
de un punto dentro del campo.
§ ¿Cuál
es la diferencia entre un campo y un “aparato” (entendido por Althusser) o
entre un campo y un sistema (según Luhmann)?
Existe una diferencia esencial.
En un campo hay luchas; por
tanto, hay historia.
Me opongo a la noción de aparato,
que es lo peor del funcionalismo.
El sistema escolar, el Estado, la Iglesia, los partidos políticos y los
sindicatos no son aparatos sino campos.
Quienes dominan
en un determinado campo están en posición de hacerlo funcionar en su beneficio,
pero deben tener en cuenta la resistencia, las protestas, las reivindicaciones
y las pretensiones “políticas”.
Dentro de
ciertas condiciones históricas un campo puede comenzar a funcionar como
aparato; con movimientos de arriba hacia abajo, la lucha y la dialéctica
tienden a desaparecer. Los aparatos representan un caso extremo, patológico de
los campos.
En cuanto a la teoría de sistemas, es cierto
que tiene semejanzas (la autorreferencialidad podría sustituirse con mi noción
de autonomía).
Pero las diferencias no dejan de ser
radicales.
El concepto de campo excluye funcionalismo y
organicismoà los productos de un campo pueden ser sistemáticos sin ser resultados de
un sistema y, en particular, de un sistema caracterizado por funciones comunes,
una cohesión interna y una autorregulación.
El campo es escenario de relaciones de
fuerza.
La coherencia y la aparente orientación hacia
una función única es resultado del conflicto y la competencia y no de una
suerte de autodesarrollo inmanente.
La segunda diferencia es que un campo no está
integrado por partes o componentes.
Cada subcampo posee una propia lógica, reglas
y regularidades específicas, y cada etapa de la división de un campo conlleva
un autentica salto cualitativo (por ejemplo el campo literario, y el subcampo
la novela)
·
¿Cómo debe llevarse a cabo el estudio de un campo y
cuáles son las etapas necesarias en este análisis?
Un análisis en términos de campo implica tres
momentos necesarios e interrelacionados:
-
Primero, analizar la posición del campo en relación
con el campo del poder.
-
Segundo, establecer la estructura objetiva de las
relaciones.
-
Tercero, analizar los habitus de los agentes, los
diferentes sistemas de disposiciones que estos adquirieron mediante la
interiorización de un tipo determinadote condiciones sociales y económicas.
Metodológicamenteà el campo de las posiciones es
inseparable de las tomas de posición, “dos traducciones de una misma frase”.
Dada una situación de equilibrio, el espacio
de las posiciones tiende a regir el de las tomas de posición.
P/e: las revoluciones
artísticas son el resultado de la transformación de las relaciones de poder en
virtud de una fracción de productores con su público; es decir, entre el campo
intelectual y el campo de poder.
·
¿El campo constituye
una mediación capital entre las condiciones socioeconómicas y las prácticas de
quienes forman parte de el?
Las determinaciones sobre los agentes se
ejercen a través de la mediación específica constituida por las formas y las
fuerzas del campo, después de haber sufrido una reestructuración, la cual es
tanto es más importante cuanto más autónomo sea el campo.
Podemos observar homologías, pero en cada
campo una forma específica.
Una propiedad general es el hecho de que son
sistemas de relaciones independientes de las poblaciones que definen dichas
relaciones.
El verdadero objeto de una ciencia social no
es el individuoà el centro de operaciones de investigación debe ser el campo.
A los individuos, la ciencia los construye
como agentes, no como individuos biológicosà estos agentes son activos y
actuantes, a través del conocimiento del campo, ellos captan su punto de vista
como posición.
Lo que legitima el derecho de ingresar a un
campo es la posesión de una configuración particular de características, formas
de capital específico.
Nos encontramos ante un círculo hermenéuticoà para construir un campo, hay que
identificar aquellas formas de capital específicoà y, para construir estas formas,
se debe conocer la lógica específica del campo.
Los agentes sociales no son partículas, son portadores
de capital.
·
Las sociedades
avanzadas se componen de varios campos diferenciados. ¿Cómo se articulan entre
sí estos diferentes campos?
No existe ninguna ley transhistórica de las
relaciones entre los campos.
Las relaciones entre los campos nunca se
definen de una vez por todas, ni siquiera en las tendencias generales de su
evolución.
Es obligatorio preguntarse, con respecto a
cada campo, cuáles son sus límites, cómo se articula con otros campos, etc.
El Estado sería un conjunto de campos de
fuerzas en donde se llevan a cabo luchas cuyo objetivo sería (corrigiendo a
Weber) el monopolio de la violencia simbólica legítimaà el poder de constituir e imponer
como universal y universalmente aplicable en el marco de una nación, esto es,
dentro de los límites fronterizos de un país, un conjunto común de normas
coercitivas.
La noción de Estado sólo tiene sentido como
designación estenográfica de estas relaciones objetivas entre posiciones de
poder (de diferentes tipos) susceptibles de formas redes (networks) más o menos
estables (de coalición de clientela) y de manifestarse en interacciones
fenomenológicamente muy distintas, desde el conflicto abierto hasta una
colusión disimulada.
§ ¿En
qué se distingue su concepción de Estado como conjunto de campos burocráticos
parcialmente desglosados de la noción de Estado organizacional –Laumann?
La construcción del Estado dinástico y, luego
del Estado burocrático, adoptó la forma de un proceso de concentración de
diferentes especies de poder que originó el surgimiento de un capital específico.
Este capital permite al Estado ejercer un
poder sobre los diferentes campos y sobre las diferentes especies particulares
de poder, y define el poder propiamente estatal.
De ahí que la construcción de Estado sea
simultánea a la del campo del poder, entendido como el “espacio de juego”
dentro del cual los poseedores luchan, sobre todo, por el poder sobre el
Estado, sobre el capital estatal que otorga poder sobre las diferentes especies
de capital.
BOURDIEU, PIERRE (1984) “EL MERCADO LINGÜÍSTICO”.
Bourdiue
intenta explicar la fórmula
habitus lingüístico + mercado lingüístico = expresión
lingüística/discurso
El habitus lingüístico se
distingue de una competencia en el sentido chomskianoà porque es producto de las condiciones sociales y
porque no es simple producción de discurso sino producción de un discurso que
se ajusta a una “situación”, o más bien a un mercado o un campo.
Cuando alguien
habla con oportunidad da en el blanco.
Para dar en el
blanco para que las palabras sean atinadas, para que sean redituables, para que
produzcan el efecto deseadoà hay que decir
no solo las palabras que son gramaticalmente correctas, sino las que son
socialmente aceptables.
La
aceptabilidad supone la conformidad de las palabras, no solo a las reglas
inmanentes a la lengua, sino a las reglas que se denominan intuitivamente
inmanentes a una “situación”, o más bien a un determinado mercado lingüístico.
Hay un mercado lingüístico cada vez que alguien produce un discurso dirigido a receptores capaces
de apreciarlo y darle un precio.
El precio que
reciban los productos de una competencia determinada en un mercado determinado
depende de las leyes de formación de precios propias de ese mercado.
El mercado
lingüístico es algo muy concreto y a la vez muy abstracto.
Es una situación social determinada, más o menos oficial y ritualizada,
en un conjunto de interlocutores que se sitúan en un nivel más o menos elevado
de la jerarquía socialà todas estas
son propiedades que se perciben y juzgan de manera infraconsciente y que
orientan inconscientemente la producción lingüística.
Si se define en términos abstractos, es un tipo determinado de leyes de
formación de los precios de las producciones lingüísticas.
Hablar de capital lingüístico significa que hay ganancias lingüísticas.
Es el poder
sobre los mecanismos de formación de los precios lingüísticosà el poder para hacer que funcionen en su propio
provecho las leyes de formación de los precios y así recoger la plusvalía.
Las
interacciones lingüísticas son tipo de micro mercados que están siempre
dominados por las estructuras globales.
Un capital solo
se define, funciona como tal y proporciona ganancias en un mercado determinado.
El mercado
lingüístico tiene leyes de determinación de los precios que hacen que todos los
productores de productos lingüísticos, de hablas, no sean iguales.
Relaciones
lingüísticas de fuerza: relaciones
que trascienden de la situación, que son irreductibles a las relaciones de
interacción tal como se pueden captar en la situación.
Para que se
ejerzan los efectos de capital y de dominación lingüística es necesario que el
mercado lingüístico esté relativamente unificado, que la mayoría de los
locutores estén sometidos a la misma ley de determinación de los precios de las
producciones lingüísticas.
Unificación del
mercado o las relaciones de dominación lingüística: en el mercado lingüístico se ejercen formas de dominación
que poseen una lógica específica y existen formas de dominación especificas que
no se pueden reducir a la dominación estrictamente económica, ni en la manera
en que se ejercen, ni en las ganancias que procuran.
Es importante
saber que el lenguaje espontáneo existe, pero como un islote arrebatado a las
leyes del mercado.
Se obtiene
otorgándose una franquicia.
Los efectos del
mercado se ejercen siempre, incluso sobre las clases populares, y sobre ellas
puede caer el peso de las leyes del mercadoà Esto es lo que llamo legitimidad.
Hablar de
legitimidad lingüística es señalar que nadie puede ignorar la ley lingüística.
Las leyes del
mercado ejercen un efecto de censura en aquellos que solo pueden hablar en
situación de lenguaje espontáneo y que están condenados al silencio en las
situaciones oficiales.
El habitus es algo que se
ha adquirido, pero que se ha encarnado de manera durable en el cuerpo en forma
de disposiciones permanentes.
Es un capital
que, al estar incorporado, tiene el aspecto exterior de algo innato.
El hábito
se considera en forma espontánea como algo repetitivo, automático, más
reproductivo que productivo.
El habitus es
un producto de los condicionamientos que tiende a reproducir la lógica objetiva
de dichos condicionamientos, pero sometida a una transformaciónà es una especie de maquina transformadora que hace que
“reproduzcamos” las condiciones sociales de nuestra propia producción, pero de
manera relativamente imprevisible, de manera tal que no se puede pasar mecánicamente
del conocimiento de las condiciones de producción al conocimiento de los
productos.
Aparato: es una maquina infernal programada para lograr
ciertos fines.
En un campo
están en lucha agentes e instituciones con fuerzas diferentes y según las
reglas constitutivas de este espacio de juego, para apropiarse de las ganancias
específicas que están en juego.
Los que dominan
el campo tienen los medios para hacerlo funcionar en provecho suyo, pero tienen
que contar con la resistencia de los dominados.
ð
Un campo se
convierte en aparato cuando los dominantes tienen los medios para anular la
resistencia y las reacciones de los dominados.
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