13.5.13

Bajtín / Bateson / Bourdieu

BAJTIN, MIJAIL M. (1979) “PROBLEMA DE LOS GÉNEROS DISCURSIVOS”.
El uso de la lengua se lleva a cabo en forma de enunciados (orales y escritos) concretos y singulares que pertenecen a los participantes de la praxis humana.

Cada enunciado es individual, pero cada esfera del uso de la lengua elabora sus tipos relativamente estables de enunciados a los que denomina géneros discursivos.
Los géneros discursivos secundarios (complejos) surgen en condiciones de la comunicación cultural más compleja, relativamente más desarrollada y organizada (principalmente escrita).
Los géneros primarios que forman parte de los géneros complejos se transforman dentro de los últimos y adquieren un carácter especialà pierden su relación inmediata con la realidad y con los enunciados reales de otros.  
Todo enunciado puede poseer un estilo individual.
El oyente al percibir y comprender el significado (lingüístico del discurso) simultáneamente toma con respecto a éste una activa postura de respuestaà está o no está de acuerdo con el discurso, lo completa, lo aplica, se prepara para una acción, etc.
El deseo de hacer comprensible un discurso es tan solo un momento abstracto del concreto y total proyecto discursivo del hablante.
Todo enunciado posee un principio absoluto y un final absolutoà antes del comienzo están los enunciados de otro y después del final están los enunciados respuesta de los otros.
El contexto de una oración viene a ser el contexto del discurso de un mismo sujeto hablante, la oración no se relaciona inmediatamente y por sí misma con el contexto de la realidad extraverbal (situación ambiente) y con los enunciados de otros ambientes, sino que se vincula a ellos a través de todo el contexto verbal que la rodea, es decir, a través del enunciado en su totalidad.
El primero (y más importante) criterio de la conclusividad del enunciado es la posibilidad de ser contestado.
Dentro de los géneros, la palabra adquiere cierta expresividad típica.
Los géneros corresponden a las situaciones típicas de la comunicación discursiva, a los temas típicos y, por lo tanto, a algunos contactos típicos de las significaciones de las palabras con la realidad concreta en sus circunstancias típicas.
Al hablar siempre tomo en cuenta el fondo apercitivo de mi discurso que posee mi destinatario: hasta que punto conoce la situación, si posee o no conocimientos específicos de la esfera comunicativa cultural, cuáles son sus simpatías y apatías todo esto terminara la activa comprensión – respuesta con que el reaccionará a mi enunciado. El hecho de prefigurar al destinatario y su reacción de respuesta a menudo presenta muchas facetas que aportan  un dramatismo especial al enunciado.

BATESON, GREGORY (1955) “UNA TEORÍA DEL JUEGO Y LA FANTASÍA”.
Teoría del doble vínculo (Bateson)à consiste en ver la esquizofrenia infantil en una red de relaciones contradictorias entre la madre y el hijo.
El pequeño balinés esta sometido en sus interacciones con los adultos a un régimen de “duchas frías” que le conducirá a retirarse, a evitar el contacto con el mundo adulto.
El repliegue es una insensibilidad emocional total del niño hacia los adultos.
La paradoja es ver cómo se resuelven estos conflictos cotidianamente (p/e: la relación amor- odio).
En estos casos están funcionando dos mensajesà uno que dice que el niño se acerque a la madre // el otro que lo rechaza.
Uno de ellos es de otro tipo lógico, y actúa de marco para el otro mensaje.
Para Bateson, la comunicación es la matriz en la que encajan todas las actividades humanas.
Estudia las paradojas de la abstracción en la comunicaciónà toda comunicación tiene un marco implícito que me ayuda a producir o interpretar los mensajes.
Metacomunicaciónà se comunican sobre sus comunicaciones.
                                Emiten y reciben señales que dicen “esto es un juego”.
                                Es la relación entre los hablantes para que sepan lo que están hablando.
La comunicación humana funciona a partir de niveles de abstracciones:
-          Denotativo: denota de acuerdo al significado del mensaje
-          Meta comunicación: el sentido del mensaje al intervenir sujetos en un contexto.
Se basa en la relación entre los hablantes dentro de un marco específico (guiños, señales de que esto es juego)
-          Metalingüístico: el lenguaje que habla del lenguaje.
El problema del esquizofrénico es que no puede comprender las señales (guiños) meta comunicativas que hacen que el mensaje no signifique algo literalmente.

BOURDIEU, PIERRE Y WACQUANT, LOÏC J. D. “INTRODUCCIÓN”.
Lo más trascendente en esta obra es el afán de trascender perennes antinomias que socavan las estructuras internas de las ciencias sociales: el conocimiento subjetivista y objetivista, lo simbólico y lo materialà en fin, el divorcio entre teoría e investigación empírica.

1. Más allá de la antinomia entre física y social y fenomenología social
Según Bourdie, la tarea de la sociología es “revelar las estructuras más profundamente ocultas de los diversos mundos sociales que constituyen el universo social, así como los mecanismos que tienden a asegurar su transformación o reproducción”.
Las estructuras que lo conforman llevan una “doble vida”:
-          la primera, en la “objetividad de primer orden” establecido por la distribución de los recursos materiales,
-          la segunda, en la “objetividad del segundo orden”, bajo la forma de clasificación, de esquemas mentales y corporales que fungen como matriz simbólica.
La primera lectura concibe a la sociedad a la manera de una física social, como una estructura objetiva, aprehendida desde afuera, cuyas relaciones pueden ser materialmente observadas independientemente de las representaciones.
La fuerza de este punto de vista objetivista o “estructuralista” radica en que destruye la ilusión de la transparencia del mundo social que le permite revelar las “relaciones definidas”.
El principal peligroà tiende a deslizarse desde el modelo hasta la realidad, a reificar las estructuras tratándolas como agentes históricos.
El punto de vista subjetivista o “constructivista” sostiene que la realidad social es obra contingente e incesante de actores sociales competentes que construyen de continuo su mundo social a través de las “ingeniosas practicas organizadas de la vida cotidiana”.
Esta fenomenología social reconoce la contribución del saber ordinario, confiere importancia al agente y al sistema de tipificaciones y pertinencias.
Adolece de dos defectos:
-          concebir las estructuras sociales como un mero producto de agregación de estrategias y actos de clasificación e individuales,
-          no explica por qué y con qué base se lleva a cabo la producción de la realidad.
La ciencia total necesita liberarse del estructuralismo, que envía “de vacaciones” a los agentes, como del “individualismo”, que sólo los considera bajo la forma truncada de un “’bobo cultural hipersocializado”.
Son falsas antinomiasà Bourdie los transforma en “momentos” de un análisis encaminado a restablecer la realidad intrínsecamente doble del mundo social.
La resultante praxeología social:
-          en un primer momentoà deja de lado las representaciones ordinarias, construye estructuras objetivas,
-          y en un segundo momentoà reintroduce la experiencia inmediata con objeto de explicitar (disposiciones, tomas de posición)

2. Luchas de las clasificaciones y dialéctica de las estructuras mentales y sociales
Los sistemas de clasificación constituyen las posturas de las luchas que oponen a los individuos.
Bourdie enriquece con una sociología genética y política de la formación, selección e imposición de los sistemas de clasificación.
Las estructuras sociales y cognoscitivas están ligadas recursiva y estructuralmente, y la correspondencia entre ellas ofrece una garantía sólida de la dominación social.

3. El relacionismo metodológico
Contra todas las formas, Bourdie proclama la primacía de las relacionesà lo que constituye la realidad social, la “materia” de la acción y la estructura, radica en las relaciones.
Rechaza el individualismo metodológico y el holismo.
Lo característico es el rigor metódico donde los conceptos habitus y campo designan nudos de las relaciones.
-          un campo esta integrado por un conjunto de relaciones históricas objetivas entre posiciones ancladas en ciertas formas de poder,
-          mientras que el habitus alude al conjunto de relaciones históricas “depositadas” en los cuerpos individuales bajo la forma de esquemas mentales y corporales de percepción, apreciación y acción.
Bourdie destruye la noción “hueca” de sociedad, sustituyéndola con la de campo y espacio social.
Una sociedad consiste en un conjunto de esferas de juego, relativamente autónomas, que no podrían reducirse a una lógica societal única.
Cada campo prescribe sus valores particulares y posee sus propios principios regulatorios, que definen los límites donde los agentes luchan, para modificarlo o conservar sus fronteras.
UN CAMPO ES UN ESPACIO DE CONFLiCTOS Y COMPETICIÓNà ello confiere un dinamismo que escapa al rígido determinismo del estructuralismo clásico.
Entonces, ¿qué le confiere forma, que hace que la vida social sea tan regular?à Parte de la respuesta se encuentra en el concepto de habitus, que es el principio generador de las estrategias que permiten a los agentes enfrentar situaciones muy diversas.
El habitus reacciona a las solicitaciones del campo de una forma sistemática., es un operador de la racionalidad practica, inmanente al sistema histórico de relaciones, y por ende, que trasciende al individuo. Las estrategias son sistematicas y ad hoc, en la medida en que son “desencadenadas”.
Los conceptos habitus y campo son relacionales, sólo funciones a plenitud el uno en relación con el otro.

4. La lógica imprecisa del sentido práctico
La filosofía de la acción de Bourdie es monista: rehúsa a establecer una línea clara de demarcación entre lo externo y lo interno, lo consciente y lo inconsciente, lo corporal y lo discursivo.
Rechaza las dualidades de la ontología social cartesianaà la relación entre agente y mundo es de “complicidad ontológica”.
También rechaza la alternativa de la sumisión y la resistencia que ha definido la cuestión de las culturas dominadas.
No es una concesión deliberada, su raíz se encuentra en la correspondencia inconsciente de sus habitus y el campo dentro del cual operanà es expresión de la somatización de las relaciones sociales de dominación”.

5. Contra el teoricismo y el metodologismo: una ciencia social total
De la concepción relacional y anticartesiana de su objeto, se deduce que la sociología debe ser una CIENCIA TOTAL:
Tiene que construir “hechos sociales totales” capaces de restablecer la unidad de la práctica humana.
Se opone a la especialización científica y al trabajo desmenuzado.
Desconfía del metodologismo y el teoricismo.
El metodologismo, que se define como la tendencia de separar la reflexión del método y a cultivar el método en sí mismo, reduce el problema de la construcción teórica a una simple manipulación técnica (fetichismo metodológico, arte por el arte). Se critica su refinamiento irreflexivo.
De otro lado, se opone al trabajo teórico “para sí”, la institución de la teoría en tanto campo separado, cerrado y autor referenteà No le interesa una teoría ostentatoria, desprovista de cualquier vínculo con las realidades y las exigencias prácticas de la investigación, y no es partidario de la interminable partición y reacomodo de los conceptos.
Bourdie sostiene que cualquier acto de investigación es a la vez empírico (por abordar el mundo de los fenómenos observables) y teórico (porque necesariamente plantea hipótesis relativas a la estructura subyacente de las relaciones que la observación intenta captar)à Hasta la más sencilla operación empírica implica elecciones teóricas conscientes o no.

6. Para una reflexividad epistémica
Distingue a Bourdie la constante preocupación por al reflexividad.
Denuncia tres tipos de parcialidad susceptibles a “oscurecer” la sociología:
1-    concierne al origen y las coordenadas sociales del investigador
2-    la posición del analista en el microcosmos del campo académico
3-    la parcialidad intelectualista, que nos orilla a percibir el mundo como un espectáculo más que como problemas concretos demandantes de soluciones practicas.
La REFLEXIVIDAD requiere de un análisis y un control sociológicos permanentes de la práctica.
Una exploración sistemática.
Así, lo que debe ser constantemente sometido a examen y neutralizado es el inconsciente colectivo científico inscrito en las teorías, los problemas y las categorías.
De ahí se desprende que el sujeto de la reflexividad deba en ultima instancia se el campo mismo de las ciencias sociales.
BOURDIEU, PIERRE (1995) “LA LÓGICA DE LOS CAMPOS”.
Pensar en términos de campo significa pensar en términos de relaciones.
El modo de pensamiento relacional es la marca distintiva de la ciencia moderna.
Lo que existe en el mundo social son relacionesà no interacciones o vínculos ínter subjetivos entre agentesà sino relaciones objetivas que existen “independientemente de la conciencia y la voluntad individuales” (como dijera Marx).

En términos analíticos, un campo puede definirse como una red o configuración de relaciones objetivas entre posiciones.
Estas posiciones se definen, ya sean agentes o instituciones, por su situación [(situs) actual y potencial en la estructura de la distribución de las diferentes especies de poder (o de capital)], y por sus relaciones objetivas con las demás posiciones.
En las sociedades altamente diferenciadas, el cosmos social está constituido por el conjunto de microcosmos sociales relativamente autónomos, espacios de relaciones objetivas con una lógica y una necesidad específicas que son irreductibles a las que rigen los demás campos.
P/e: Los campos artístico, religioso o económico obedecen a lógicas distintas.
En efecto, se puede comparar el campo a un juego.
Existen cartas válidas y eficientes en todos los campos (se trata de especies fundamentales de capital) pero su valor relativo como triunfos  varía según los campos e, incluso, con los estados sucesivos de un mismo campo.
El valor de una especie de capital depende de la existencia de un campo en el cual dicho triunfo pueda utilizarse.
Una especie de capital permite ejercer un poder, una influencia, existir en un determinado campo.
El estado de las relaciones de fuerza entre los jugadores es lo que define la estructura del campoà la fuerza relativa, la posición, sus estrategias de juego.
Todo lo que define “su juego” dependen no solo del volumen y de la estructura de su capital sino también de la evolución en el tiempo del volumen, su trayectoria social y las disposiciones (habitus) que son constituidas en la relación prolongada con cierta estructura objetiva de posibilidades.
También pueden intentar transformar las reglas inmanentes; se verifican numerosas luchas de este tipo al interior del campo de poder, en particular sobre los recursos políticos y económicos del Estado.

§  ¿Cómo se determina la existencia de un campo y sus fronteras?
La cuestión de los límites del campo siempre se plantea dentro del campo mismo y no admite ninguna respuesta a priori.
Los participantes en un campo procuran diferenciarse de sus rivales más cercanos y excluir a una parte de sus colegas actuales o potenciales.
Así, las fronteras del campo no pueden determinarse sino en la investigación empírica.
Rara vez toman la forma de fronteras jurídicas, aunque los campos siempre conllevan barreras de ingreso tácitas o institucionalizadas.
Los límites se encuentran en el punto en el cual terminan los efectos de campo.
Debemos intentar medir en cada caso el punto en que estos efectos estadísticamente detectables disminuyen o se anulan.
En el trabajo de investigación empírica, estudiando cada uno de estos universos, determinando cómo son constituidos concretamente, en dónde terminan, quiénes forman parte y quiénes son excluidos de ellos, y si realmente constituyen un campo.

§  ¿Cuáles son los motores del funcionamiento y el cambio del campo?
El principio de dinámica de un campo radica en la particular configuración de su estructura, en las distancias o los intervalos que separan a las diferentes fuerzas específicas que se enfrentan dentro del mismo.
Las fuerzas que son activas en el campo son aquéllas que definen el capital específico.
En tanto campo de fuerzas actuales y potenciales, es igualmente campo de luchas por la conservación o transformación de la configuración de dichas fuerzas.
Las estrategias de los agentes dependen de su posición, así como su punto de vista sobre el campo como vista tomada a partir de un punto dentro del campo.

§  ¿Cuál es la diferencia entre un campo y un “aparato” (entendido por Althusser) o entre un campo y un sistema (según Luhmann)?
Existe una diferencia esencial.
En un campo hay luchas; por tanto, hay historia.
Me opongo a la noción de aparato, que es lo peor del funcionalismo.
El sistema escolar, el Estado, la Iglesia, los partidos políticos y los sindicatos no son aparatos sino campos.
Quienes dominan en un determinado campo están en posición de hacerlo funcionar en su beneficio, pero deben tener en cuenta la resistencia, las protestas, las reivindicaciones y las pretensiones “políticas”.
Dentro de ciertas condiciones históricas un campo puede comenzar a funcionar como aparato; con movimientos de arriba hacia abajo, la lucha y la dialéctica tienden a desaparecer. Los aparatos representan un caso extremo, patológico de los campos.
En cuanto a la teoría de sistemas, es cierto que tiene semejanzas (la autorreferencialidad podría sustituirse con mi noción de autonomía).
Pero las diferencias no dejan de ser radicales.
El concepto de campo excluye funcionalismo y organicismoà los productos de un campo pueden ser sistemáticos sin ser resultados de un sistema y, en particular, de un sistema caracterizado por funciones comunes, una cohesión interna y una autorregulación.
El campo es escenario de relaciones de fuerza.
La coherencia y la aparente orientación hacia una función única es resultado del conflicto y la competencia y no de una suerte de autodesarrollo inmanente.
La segunda diferencia es que un campo no está integrado por partes o componentes.
Cada subcampo posee una propia lógica, reglas y regularidades específicas, y cada etapa de la división de un campo conlleva un autentica salto cualitativo (por ejemplo el campo literario, y el subcampo la novela)

·         ¿Cómo  debe llevarse a cabo el estudio de un campo y cuáles son las etapas necesarias en este análisis?
Un análisis en términos de campo implica tres momentos necesarios e interrelacionados:
-          Primero, analizar la posición del campo en relación con el campo del poder.
-          Segundo, establecer la estructura objetiva de las relaciones.
-          Tercero, analizar los habitus de los agentes, los diferentes sistemas de disposiciones que estos adquirieron mediante la interiorización de un tipo determinadote condiciones sociales y económicas.
Metodológicamenteà el campo de las posiciones es inseparable de las tomas de posición, “dos traducciones de una misma frase”.
Dada una situación de equilibrio, el espacio de las posiciones tiende a regir el de las tomas de posición.
P/e: las revoluciones artísticas son el resultado de la transformación de las relaciones de poder en virtud de una fracción de productores con su público; es decir, entre el campo intelectual y el campo de poder.

·         ¿El campo constituye una mediación capital entre las condiciones socioeconómicas y las prácticas de quienes forman parte de el?
Las determinaciones sobre los agentes se ejercen a través de la mediación específica constituida por las formas y las fuerzas del campo, después de haber sufrido una reestructuración, la cual es tanto es más importante cuanto más autónomo sea el campo.
Podemos observar homologías, pero en cada campo una forma específica.
Una propiedad general es el hecho de que son sistemas de relaciones independientes de las poblaciones que definen dichas relaciones.
El verdadero objeto de una ciencia social no es el individuoà el centro de operaciones de investigación debe ser el campo.
A los individuos, la ciencia los construye como agentes, no como individuos biológicosà estos agentes son activos y actuantes, a través del conocimiento del campo, ellos captan su punto de vista como posición.
Lo que legitima el derecho de ingresar a un campo es la posesión de una configuración particular de características, formas de capital específico.
Nos encontramos ante un círculo hermenéuticoà para construir un campo, hay que identificar aquellas formas de capital específicoà y, para construir estas formas, se debe conocer la lógica específica del campo.
Los agentes sociales no son partículas, son portadores de capital.

·         Las sociedades avanzadas se componen de varios campos diferenciados. ¿Cómo se articulan entre sí estos diferentes campos?
No existe ninguna ley transhistórica de las relaciones entre los campos.
Las relaciones entre los campos nunca se definen de una vez por todas, ni siquiera en las tendencias generales de su evolución.
Es obligatorio preguntarse, con respecto a cada campo, cuáles son sus límites, cómo se articula con otros campos, etc.
El Estado sería un conjunto de campos de fuerzas en donde se llevan a cabo luchas cuyo objetivo sería (corrigiendo a Weber) el monopolio de la violencia simbólica legítimaà el poder de constituir e imponer como universal y universalmente aplicable en el marco de una nación, esto es, dentro de los límites fronterizos de un país, un conjunto común de normas coercitivas.
La noción de Estado sólo tiene sentido como designación estenográfica de estas relaciones objetivas entre posiciones de poder (de diferentes tipos) susceptibles de formas redes (networks) más o menos estables (de coalición de clientela) y de manifestarse en interacciones fenomenológicamente muy distintas, desde el conflicto abierto hasta una colusión disimulada.

§  ¿En qué se distingue su concepción de Estado como conjunto de campos burocráticos parcialmente desglosados de la noción de Estado organizacional –Laumann?
La construcción del Estado dinástico y, luego del Estado burocrático, adoptó la forma de un proceso de concentración de diferentes especies de poder que originó el surgimiento de un capital específico.
Este capital permite al Estado ejercer un poder sobre los diferentes campos y sobre las diferentes especies particulares de poder, y define el poder propiamente estatal.
De ahí que la construcción de Estado sea simultánea a la del campo del poder, entendido como el “espacio de juego” dentro del cual los poseedores luchan, sobre todo, por el poder sobre el Estado, sobre el capital estatal que otorga poder sobre las diferentes especies de capital.

BOURDIEU, PIERRE (1984) “EL MERCADO LINGÜÍSTICO”.
Bourdiue intenta explicar la fórmula
habitus lingüístico + mercado lingüístico = expresión lingüística/discurso
El habitus lingüístico se distingue de una competencia en el sentido chomskianoà porque es producto de las condiciones sociales y porque no es simple producción de discurso sino producción de un discurso que se ajusta a una “situación”, o más bien a un mercado o un campo.
Cuando alguien habla con oportunidad da en el blanco.
Para dar en el blanco para que las palabras sean atinadas, para que sean redituables, para que produzcan el efecto deseadoà hay que decir no solo las palabras que son gramaticalmente correctas, sino las que son socialmente aceptables.
La aceptabilidad supone la conformidad de las palabras, no solo a las reglas inmanentes a la lengua, sino a las reglas que se denominan intuitivamente inmanentes a una “situación”, o más bien a un determinado mercado lingüístico.
Hay un mercado lingüístico cada vez que alguien produce un discurso dirigido a receptores capaces de apreciarlo y darle un precio.
El precio que reciban los productos de una competencia determinada en un mercado determinado depende de las leyes de formación de precios propias de ese mercado.
El mercado lingüístico es algo muy concreto y a la vez muy abstracto.
Es una situación social determinada, más o menos oficial y ritualizada, en un conjunto de interlocutores que se sitúan en un nivel más o menos elevado de la jerarquía socialà todas estas son propiedades que se perciben y juzgan de manera infraconsciente y que orientan inconscientemente la producción lingüística.
Si se define en términos abstractos, es un tipo determinado de leyes de formación de los precios de las producciones lingüísticas.
Hablar de capital lingüístico significa que hay ganancias lingüísticas.
Es el poder sobre los mecanismos de formación de los precios lingüísticosà el poder para hacer que funcionen en su propio provecho las leyes de formación de los precios y así recoger la plusvalía.
Las interacciones lingüísticas son tipo de micro mercados que están siempre dominados por las estructuras globales.
Un capital solo se define, funciona como tal y proporciona ganancias en un mercado determinado.
El mercado lingüístico tiene leyes de determinación de los precios que hacen que todos los productores de productos lingüísticos, de hablas, no sean iguales.

Relaciones lingüísticas de fuerza: relaciones que trascienden de la situación, que son irreductibles a las relaciones de interacción tal como se pueden captar en la situación.
Para que se ejerzan los efectos de capital y de dominación lingüística es necesario que el mercado lingüístico esté relativamente unificado, que la mayoría de los locutores estén sometidos a la misma ley de determinación de los precios de las producciones lingüísticas.

Unificación del mercado o las relaciones de dominación lingüística: en el mercado lingüístico se ejercen formas de dominación que poseen una lógica específica y existen formas de dominación especificas que no se pueden reducir a la dominación estrictamente económica, ni en la manera en que se ejercen, ni en las ganancias que procuran.

Es importante saber que el lenguaje espontáneo existe, pero como un islote arrebatado a las leyes del mercado.
Se obtiene otorgándose una franquicia.
Los efectos del mercado se ejercen siempre, incluso sobre las clases populares, y sobre ellas puede caer el peso de las leyes del mercadoà Esto es lo que llamo legitimidad.
Hablar de legitimidad lingüística es señalar que nadie puede ignorar la ley lingüística.
Las leyes del mercado ejercen un efecto de censura en aquellos que solo pueden hablar en situación de lenguaje espontáneo y que están condenados al silencio en las situaciones oficiales.

El habitus es algo que se ha adquirido, pero que se ha encarnado de manera durable en el cuerpo en forma de disposiciones permanentes.
Es un capital que, al estar incorporado, tiene el aspecto exterior de algo innato.
El hábito se considera en forma espontánea como algo repetitivo, automático, más reproductivo que productivo.
El habitus es un producto de los condicionamientos que tiende a reproducir la lógica objetiva de dichos condicionamientos, pero sometida a una transformaciónà es una especie de maquina transformadora que hace que “reproduzcamos” las condiciones sociales de nuestra propia producción, pero de manera relativamente imprevisible, de manera tal que no se puede pasar mecánicamente del conocimiento de las condiciones de producción al conocimiento de los productos.

Aparato: es una maquina infernal programada para lograr ciertos fines.
En un campo están en lucha agentes e instituciones con fuerzas diferentes y según las reglas constitutivas de este espacio de juego, para apropiarse de las ganancias específicas que están en juego.
Los que dominan el campo tienen los medios para hacerlo funcionar en provecho suyo, pero tienen que contar con la resistencia de los dominados.
ð  Un campo se convierte en aparato cuando los dominantes tienen los medios para anular la resistencia y las reacciones de los dominados.

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