13.5.13

Mattelart - Los estudios culturales y la etnografía de audiencias

La cultura del pobre

Los autores señalan que la corriente que se despliega en los años sesenta como Cultural studies retoma trabajos de crítica literaria del siglo XIX y principios del siglo XX, que trataban sobre la influencia negativa de la cultura industrial sobre la cultura tradicional.

Es así que, como respuesta al funcionalismo, en los años cincuenta algunos profesores universitarios británicos analizan los modos de vida tradicionales de las clases obreras desde una perspectiva marxista. Tal es el caso de Richard Hoggart y su obra The uses of Literacy.

El Centro de Birmingham

En los años siguientes, Raymond Williams y Stuart Hall publican obras similares. En base a estas obras es que en 1964 se funda en la universidad de Birmingham el Centre of Contemporary Cultural Studies (CCCS), cuyo primer director es Hoggart, seguido de Hall.
Esta corriente propone una ruptura con el marxismo reduccionista, rescatando algunos conceptos de Gramsci, como el de hegemonía y dominación cultural, reinsertando en los análisis la dimensión del poder y las mediaciones. Pero en la búsqueda de un marxismo heterodoxo también releen a Lukacs, Bajtín, Benjamin y Sartre.
La originalidad del Centro fue la constitución de grupos de trabajo en torno a diferentes ámbitos de investigación como etnografía, literatura, feminismo y consumos mediáticos.

Hacia el estudio de la recepción

En la década del setenta comenzaron a realizarse diversos estudios sobre cómo influye el consumo de productos mediáticos como comedias de situación, telenovelas y westerns, en la construcción de un sentido común popular.

Etnografía de las audiencias: la cuestión del lector

Primeramente los autores hacen referencia a la concepción dialógica del lenguaje de Bajtín, para quien el lenguaje es un campo de tensiones y de intereses conflictivos. En los años '60, la investigación literaria trabajó sobre la problemática del lector y de la recepción.

Cultural studies y estudios feministas

En la década del ochenta, los estudios van a centrarse muy especialmente en el papel activo del receptor en la construcción del sentido de los mensajes, y en la importancia del contexto de la recepción. David Morley analizó la recepción de la televisión en el universo doméstico.
Ya en la década anterior, algunas investigadoras habían estudiado la manera en que las espectadoras eran llevadas a compartir puntos de vista masculinos sobre el placer en las producciones de Hollywood. Para muchas de estas investigaciones, la noción de cultura de Geertz sirvió de referencia.

El consumidor y el usuario: apuestas estratégicas

Lo que los autores critican aquí es a los investigadores que borraron la dimensión del poder de sus análisis pensando que el que verdaderamente tenía el poder era el receptor. Más bien, creen los autores, hay que tomar en cuenta las relaciones desiguales de intercambio en el contexto sociocultural.
También señalan que, así como los movimientos del obrero fueron estudiados para optimizar la racionalización del proceso de trabajo (taylorismo), los movimientos del consumidor son hoy investigados para garantizar la circularidad programación-producción-consumo.
Los estudios franceses, señalan los autores, investigaron los usos sociales de las innovaciones técnicas. Tal es el caso de Michel de Certeau, quien en 1980 estudió las "maneras de hacer" de los usuarios.

Los empirismos del Nuevo Mundo: la Escuela de Chicago y la ecología humana

Desde principios de siglo XX, la Escuela de Chicago intentó construir las ciencias sociales sobre bases empíricas. Los primeros trabajos se consagraban al problema de la integración de los inmigrantes a la sociedad norteamericana. Diversos investigadores de esta escuela intentan aplicar los criterios de la ecología animal al estudio de las comunidades humanas ("Ecología humana").
En los años '40 se impone la corriente de la Mass Communication Research (Katz, Lazarsfeld, etc). Pero al mismo tiempo otros pedagogos, insertos en esta corriente pragmatista, construyen los elementos de la microsociología, que pondrá el acento en las manifestaciones subjetivas de los "actores".
La "etnografía de las interacciones" y los estudios sobre la influencia de los líderes de opinión en el grupo primario fueron los trabajos más reconocidos en el entorno norteamericano. Para la Escuela de Chicago, los medios aparecían tanto como factores de cohesión como de desintegración social.

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