13.5.13

Ford - Comunicación


Nos comunicamos mediante la construcción de significados/sentidos compartidos (o fragmentariamente compartidos) a través de diferentes tipos de códigos; éstos, incluye no solo la lengua oral o escrita, sino también diversos intercambios no verbales: lo corporal, lo gestual, la mirada, el movimiento y la distancia.

Este proceso puede ser “intracomunicacional” (campo de la psicología y la psiquiatría), “intercomunicacional” (la comunicación cara a cara) y social. En este último caso hay que distinguir “la comunicación grupal, pública o institucional” de la “comunicación simultánea o diferida” (mediada por los soportes electrónicos tradicionales –cine, radio, tv- o por las nuevas tecnologías –pc, internet, etc-).
Con excepción de casos muy específicos o patológicos, la comunicación se estructura en el discurso (esto también se toma para los códigos no verbales señalados antes).
Las diferentes formas de comunicación no se dan de manera aislada, cerrada o clausurada, sino simultáneamente; de ahí la metacomunicación (comunicar sobre lo que se comunica) o de la posibilidad de contradicciones entre los diversos mensajes que emitimos (aquello que Bateson denominó “doble vínculo”).
Si bien la comunicación y/o la información han sido reducidas a formulaciones matemáticas  (Shannon y Weaver) o sistemas como sucedió con la cibernética y la teoría general de los sistemas; no se ha podido reducir la estrecha relación entre comunicación y cultura y el contexto. Ello no implica ignorar la relación de estas teorías con dispositivos comunicacionales específicos (como la informática) sino desacreditar todo intento de transformarlas en explicativas de todas las formas en que la sociedad construye, crea o destruye el sentido.
Uno de los aportes fundamentales del Estructuralismo y de la Semiótica fue el descubrimiento de que nos comunicamos no sólo a partir de un uso individual del lenguaje, sino a través de estructuras y convenciones de las cuales somos relativa o precariamente conscientes, cuando no totalmente ajenos.
Si bien la reflexión sobre comunicación y cultura tiene largos antecedentes, adquiere especial sistematización y densidad en el s. XX. A raíz de la preocupación por el aumento del intercambio cultural, las complejas ciudades modernas y el avance de los medios de comunicación masiva.
La comunicación es estudiada desde diferentes campos, un ejemplo es el trabajo de Bateson donde describe la comunicación como todo tipo de influencia, verbal o no verbal, reconociendo la diversidad de canales. En esto está presente el axioma de la Escuela de Palo Alto –“es imposible no comunicar”-, lo que se podría traducir como –“es imposible no interpretar o dar sentido”-. Pero más importante, es que el grupo de Bateson, al apoyarse en conceptos básicos de la cibernética (generada durante la guerra para corregir los desvíos de las baterías antiaéreas) e incorporar los conceptos de retroalimentación y feedback; rompe con el modelo unidireccional (emisor-canal-receptor) elaborado en 1949 por Shannon en “The Mathematical Theory of Comunication” para corregir los “ruidos” en la comunicación telefónica (como investigador de la Bell Telephon Company).
Entonces, la comunicación no se trata de un mero proceso subjetivo, sino que está determinado o contextualizado por los sistemas culturales en que se hallan insertos los actores de la comunicación o de la “construcción de sentido”.
Pero así como en Palo Alto se recupera la actividad del receptor, rompiendo así el “tubo shannoniano” y la concepción de la “aguja hipodérmica”, no por eso dejarán de caer en modelos sistémicos y homeostáticos (que sitien son pensados socialmente –modelo orquestal-sin los abusos individualistas de la teoría de los “usos y gratificaciones”; siguen confiando en autorregulaciones de la sociedad –como puede suceder con Parsons-).
La versión instrumental de la comunicación dará paso al análisis de diversos niveles de producción cultural (infraestructura, comerciales o industriales y políticos); y al análisis del emisor y del receptor (este último, tanto en lo individual como social).
Comunicación es discurso: todo acto de comunicación se apoyo en actos discursivos preexistentes estructurados a través de diferentes géneros discursivos (Bajtin); el análisis formal no agota la exploración de sus significados.
Las ciencias de la comunicación son transversales y forman parte de cualquier conocimiento o práctica humana e implican estudios inter o transdisciplinarios. Los modelos de comunicación nunca agotan la construcción de sentido. Por esto, la comunicación es inseparable tanto de la noción de discurso como de su inserción sociocultural. 

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