13.5.13

Ford - Metacomunicación e indexicalidad en el análisis de la comunicación, la cultura y los medios

Este texto fue un parcial domiciliario y trata de explicar por qué los modelos comunicacionales basados en los conceptos de metacomunicación e indexicalidad son más pertinentes que el modelo lineal emisor-receptor para trabajar las problemáticas referidas a la comunicación, cultura y medios.
En primer lugar es importante establecer la diferencia entre medios y comunicación. Aníbal Ford, en su texto “Los medios. Tráfico y accidentes trasdisciplinarios”, sostiene: “No confundamos comunicación con medios. Hay una problemática básica de la comunicación que informa tanto a la interacción simbólica directa o a la comunicación no-verbal como a la comunicación mediatizada tecnológicamente”. 
Teniendo en cuenta, entonces, que el campo de la comunicacional no se reduce sólo a lo mediático ni a lo verbal, se puede ver claramente por qué el modelo no-lineal es el más adecuado que el lineal para tocar este campo.  Mientras que este último se basa en la comunicación solo verbal, el primero tiene una concepción de la comunicación más amplia.
El modelo lineal se basa en la relación emisor-mensaje-receptor. Aquí el receptor se presenta como pasivo, no se tiene en cuenta el contexto en el cual se da la comunicación, sino que la centralidad está en el mensaje.  El modelo no lineal, en cambio, tiene una idea de comunicación que abarca no sólo lo verbal, sino también las formas no verbales, las formas de comunicación directa, interpersonal, social.
Para este modelo todo “comunica”: las miradas, el movimiento, los gestos, las palabras, etc. Por eso tiene en cuenta los contextos en los cuales se da la comunicación, cómo se genera significación, los códigos compartidos por las personas.
En este sentido, es muy pertinente el concepto de indexicalidad introducido por Harold Garfinkel en la sociología y el concepto de metacomunicación de Bateson.  Grafinkel  va a partir de las observaciones hechas por Benveniste en torno al lenguaje. Este autor observaba que en el nivel de la enunciación, en el uso común y cotidiano del lenguaje, se usaban términos deícticos, es decir, términos cuyo significado dependía de la situación específica (temporal y espacial) en que eran empleados por el sujeto (ej: éste, aquí, mañana).
Garfinkel va a adaptar este concepto a la sociología ampliándolo a las acciones y prácticas cotidianas que son producidas en circunstancias específicas, y que su sentido sólo puede entenderse a partir del contexto en que se producen.
En este sentido, lo postulado por Garfinkel permite relacionarlo con la problemática de la cultura y de los medios, teniendo en cuenta que la construcción de sentido se da en los dos niveles. Una misma práctica puede tener diferentes sentidos o significados según la cultura en la que se inserta, por eso la construcción de sentido nunca puede ser mirada de manera aislada del contexto, de la situación histórica, o de la cultura en la que se produce.
También, por eso, es importante no perder de vista que la producción de los medios se da en una cultura específica, y que el territorio de los medios, y especialmente el de sus contenidos, no se recorta con tanta claridad de lo que sucede afuera. Esto también puede entenderse desde lo postulado por Bateson acerca de la metacomunicación.
Bateson va a hablar de tres niveles de abstracción que operan en la comunicación verbal humana: el nivel denotativo (sería el lenguaje); el nivel metalingüístico (el discurso que se refiere al lenguaje) y el nivel metacomunicativo (el tema del discurso es la relación entre los hablantes, se da en la interacción).
Recurre a la relación mapa-territorio para comparar la relación entre el lenguaje y los objetos que denota. Sólo después de la evolución de un conjunto de reglas metalingüísticas y/o metacomunicativas  se da la comunicación denotativa.
Para Bateson, la metacomunicación crea el contexto en el cual se da la comunicación. Es un marco psicológico que es (o limita) una clase o conjunto de mensajes o acciones con sentido. Ayuda a entender o interpretar enunciados o acciones de una manera y no de otra. En general, el marco está implícito, aunque hay situaciones en las que debe explicitarse.
Nos podemos estudiar medios, cultura y comunicación como conceptos aislados. Los medios se enmarcan en una teoría de la comunicación y esta última, a su vez, en una teoría de la cultura.

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