13.5.13

Bourdieu - La lógica de los campos

Nociones como la de habitus, campo y capital pueden ser definidas, pero solo dentro del sistema teórico que ellas constituyen; jamás en forma aislada. Esto se debe a que la ciencia solo reconoce sistema de leyes.

Pensar en términos de campo significa pensar en término de relaciones. El modo de pensamiento relacional es la marca distintiva de la ciencia moderna. Deformando la formula de Hegel se podría decir que lo real es relacional: lo que existe en el mundo social son relaciones, no interacciones o vínculos intersubjetivos entre agentes, sino relaciones objetivas que existen independientemente de la conciencia y voluntad individuales.
En términos analíticos un campo puede definirse como una red o configuración de relaciones objetivas de posiciones. Estas posiciones se definen objetivamente en su existencia y en las determinaciones que imponen a sus ocupantes, sean agentes o instituciones, por su situación (situs) actual y potencial en la estructura de la distribución de las diferentes especies de poder (o capital) (cuya posición implícita el acceso a las ganancias especificas que están en juego dentro del campo) y, de paso, por su relación objetiva con las demás posiciones (dominación, subordinación, homologia, etc.). En las sociedades altamente diferenciadas, el cosmos social esta constituido por el conjunto de estos microcosmos sociales relativamente autónomos, espacios de relaciones objetivas que forman la base de una lógica y una necesidad especificas, que son irreductibles a las que rigen los demás campos.
Se puede comparar el campo a un juego (aunque no se trate como este ultimo de un producto de una creación deliberada y obedezca a reglas o regularidades que no son explicitadas o codificadas). Así tenemos apuestas que son, resultado de la competición entre los jugadores; una inversión en el juego; los jugadores están atrapados en el juego. Y si no surgen entre ellos antagonismos es porque otorgan al juego y a las apuestas una creencia (doxa) un reconocimiento que no se pone en tela de juicio (los jugadores aceptan por el hecho de participar en el juego y no por contrato que dicho juego es digno de ser jugado), y esta colusión forma la base de su competición o conflicto. Disponen de triunfos, es decir cartas maestras cuya fuerza varía según el juego: así como la fuerza relativa de las cartas cambia de acuerdo con los juegos, la jerarquía de las diferentes formas de capital (económico, cultural, social, simbólico) se modifica en los diferentes campos. Es decir, existen cartas validas y eficientes en todos los campos (especies fundamentales de capital), pero su valor relativo como triunfos varia según los campos e, incluso, de acuerdo con lo estados sucesivos de un mismo campo. El valor de una especie de CAPITAL depende de un juego, de un campo en el cual dicho triunfo pueda utilizarse. Un capital o una especie de capital es el factor eficiente en un campo dado, como arma y como apuesta: permite a su poseedor ejercer un poder, una influencia. Las nociones de capital y campo son estrechamente interdependientes.
El estado de las relaciones de fuerza entre los jugadores es lo que define la estructura de un campo: aquel que posee mayor capital tendrá el poder. Sin embargo todo lo que define el juego de un jugador no es solo el volumen y la estructura de su capital  en el momento considerado sino también la evolución en el tiempo del volumen y la estructura de su capital, es decir de su trayectoria social y de las disposiciones (habitus) que son constituidas en la relación prolongada concierta estructura objetiva de posibilidades.
Los jugadores pueden jugar para conservar o incrementar su capital conforma a las necesidades de reproducción tanto del juego como de las apuestas. Sin embargo también pueden querer transformar las reglas del juego. Hay dentro de un campo numerosas luchas de poder de este tipo, en particular las que se caracterizan por la lucha de apropiación del poder del Estado, es decir sobre los recursos económicos y políticos que confieren al Estado un poder sobre todos los juegos y las reglas que los rigen.

Los límites del campo: siempre se plantean dentro del campo mismo, por consiguiente no admite ninguna respuesta a priori. Los participantes de un campo procuran diferenciarse de sus rivales para reducir la competencia y establecer un monopolio sobre un determinado subsector de un campo. Así mismo los participantes se esfuerzan por excluir del campo a una parte de los colegas actuales o potenciales de  un campo. Por lo tanto, las fronteras de un campo se pueden determinar mediante una investigación empírica. En un campo se ejercer un EFECTO DE CAMPO: esto quiere decir que ningún objeto que atraviesa el campo puede definirse solo por sus propiedades intrínsecas. Los límites del campo se encuentran en el punto en el cual terminan los efectos del campo.
La dinámica de un campo radica en la configuración de su estructura, o en la distancia que separa las diferentes fuerzas que se enfrentan dentro del mismo. Las fuerzas activas dentro de un campo son aquellas que definen el capital específico. El capital solo existe en relación con un campo: confiere poder sobre el campo, sobre los instrumentos de producción y reproducción y sobre las regularidades y reglas que definen el funcionamiento ordinario del campo, y ahí, sobre las ganancias que se generan en el mismo.
En el campo existen fuerzas actuales y fuerzas potenciales y es por lo tanto, un campo de lucha por la conservación o la transformación de la configuración de dichas fuerzas. El campo, además, orientan las estrategias por medio de las cuales se trata de imponer el principio de jerarquización mas favorable a sus propios productos. Dicho de otra manera, las estrategias de los agentes dependen de su posición en el campo, es decir de la distribución del capital específico, así como de la percepción que tienen del campo, esto es, de su punto de vista sobre el campo como vista tomada a partir de un punto dentro del campo.
Diferencia entre campo y aparato: en el campo hay luchas, por lo tanto hay historia. Bourdieu se opone a la noción de aparato, porque lo considera una maquina infernal programada para alcanzar ciertas metas. El sistema escolar, el Estado, la Iglesia no son aparatos sino campos. En un campo los agentes y las instituciones luchan, con apego a las regularidades y reglas para apropiarse de las ganancias específicas que están en juego. Quienes dominan un campo pueden hacerlo funcionar en su propio beneficio, siempre teniendo en cuenta la resistencia de los dominados.
En ciertas condiciones históricas el campo puede empezar a funcionar como un aparato: esto sucede cuando se logra aplastar la resistencia y reacciones de los dominados, cuando todos los movimientos ocurren de arriba hacia abajo y la dialéctica del campo tiende a desaparecer. Solo puede haber historia cuando los individuos se rebelan, resistan y reaccionen. De este modo los aparatos son casos extremos, estados patológicos de los campos (ej. Dictaduras), pero se trata de un extremo que nunca se alcanza del todo.
Semejanzas teoría de los sistemas y teoría de los campos: es cierto que hay algunas, principalmente en los conceptos de “autorreferencialidad” o “autoorganización” que podrían reemplazarse con la noción de Bourdieu de “AUTONOMIA”: la semejanza radica que en ambos casos el proceso de diferenciación y el  de autonomización desempeñan un papel central. La diferencia sería que el concepto de campo excluye el funcionalismo y el organicismo: los productos de un campo pueden ser sistemáticos sin ser resultado de un sistema y en particular de un sistema caracterizado por funciones comunes, una cohesión interna y una autorregulación; postulados de la teoría de los sistemas que deben ser rechazados.
El campo es escenario de relaciones de fuerza y de luchas encaminadas a transformarlas y, por consiguiente, el sitio de un cambio permanente.
Una segunda diferencia radica en que un campo no esta integrado de partes o componentes. Cada subcampo posee su propia lógica, reglas y regularidades especificas y cada etapa de la division de un campo conlleva un autentico salto cualitativo. Un campo es un espacio de juego abierto cuyos límites son fronteras dinámicas, las cuales son objeto de lucha dentro del mismo campo.
Estudio de un campo: su estudio implica  3 momentos necesarios e interrelacionados:
  1. analizar la posición del campo en relación al campo del poder.
  2. establecer la estructura objetiva de las relaciones entre las posiciones ocupadas por los agentes o las instituciones que compiten dentro del campo en cuestión.
  3. analizar los habitus de los agentes, los diferentes sistemas de disposiciones que estos adquirieron  mediante la interiorización de un tipo determinado de condiciones sociales y económicas y que encuentran dentro del campo una oportunidad para actualizarse.

Desde un punto de vista metodológico el campo de las posiciones es inseparable del ampo de las tomas de posición, entendido como el sistema estructurado de las practicas y expresiones de los agentes. El campo de las posiciones y de las tomas de posición deben analizarse juntas y tratarse como dos traducciones de una misma frase. Dada una posición de equilibrio el espacio de las posiciones tiende a regir el espacio de las tomas de posición.
El campo mediación: las determinaciones que pesan sobre los agentes siempre se encuentran mediadas por las formas y las fuerzas del campo, es decir después de haber sufrido una reestructuración que será cada vez mas importante en cuanto  mas autónomo sea el campo, es decir cuanto mas capaz sea de imponer su lógica especifica, que es  el producto acumulado de una historia particular.       
Los campos son sistemas de relaciones independientes de las poblaciones que definen dichas relaciones. Hablar de campo es otorgar primacía a este sistema de relaciones objetivas sobre las partículas propiamente dichas. Si bien el campo esta constituido por individuos no son ellos el objeto de una ciencia social sino el propio campo, esto quiere decir no que los individuos no existen sino que la ciencia los constituye como agentes y no como individuos biológicos, actores o sujetos: son sujetos constituidos como activos y actuantes en el campo, debido a que tienen la capacidad de producir efectos en él. Es a través del conocimiento del campo donde ellos están inmersos que podemos llegar a alcanzar a captar mejor lo que define su singularidad, su originalidad, su punto de vista como posición en un campo a partir de la cual se conforma la visión particular del mundo y del mismo campo.
Ingreso al campo: lo que legitima el derecho de ingresar a un campo es la posición de una configuración particular de características. Una de las metas de la investigación es poder identificarlas, es decir es poder identificar esas formas de capital efectivo. Así nos encontramos en una especie de circulo hermenéutico: para construir un campo, hay que identificar aquellas formas de capital especifico que habrán de ser eficientes en el, y para construir estas formas de capital especifico, se debe conocer la lógica especifica del campo. La estructura del campo se define con base en la estructura de la distribución de las formas particulares de capital activo.
Los agentes son portadores de capital, y según el capital que tiene y la posición que tiene en el campo se pueden orientar ya sea hacia la conservación de la distribución de capital, o ya sea hacia la subversión de dicha forma de distribución.
Relación entre campos: la relación entre distintos campos nunca se define de una vez por todas.
Estado: es un conjunto de campos burocráticos o administrativos, donde los agentes o grupos de agentes gubernamentales o no gubernamentales luchan por el poder que se disputa en este campo que es el poder de regir la esfera particular de practicas mediante leyes, reglas, medidas administrativas, es decir todo lo relacionado a una política. Es decir que el Estado sería un conjunto de campos de fuerzas en donde las luchas son en torno al monopolio de la violencia simbólica legitima, es decir el poder de imponer como universal un conjunto común de normas coercitivas. Hay distintas fuerzas que luchan dentro del campo: el sector privado, el sector público, etc. Cada  uno de los cuales actúa como subuniversos organizados como campos, unidos y divididos por luchas internas y oposiciones de afuera. La constitución del Estado es simultánea con la constitución del campo del poder, entendido como una especie de juego dentro del cual los poseedores de capital luchan sobre todo por el poder sobre el Estado, es decir sobre el capital estatal que otorga poder sobre las diferentes especies de capital y sobre la reproducción (a través de la institución escolar).

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